10/10/2025
He aprendido que ser terapeuta pediátrica también es acompañar emociones que no son tuyas,
regular crisis mientras contienes las tuyas,
sostener calma en medio del ruido.
A veces llegas a casa, sin energía para hablar,
y te preguntas si estás perdiendo la vocación, cuando en realidad solo estás cansada.
Porque acompañar procesos humanos profundos
también te mueve por dentro:
las historias, las familias, las miradas, los logros,
los días en los que nada parece avanzar.
La salud mental del terapeuta no se trata de “ser fuerte”,
sino de permitirte ser humana. De pedir ayuda. De poner límites. De soltar la culpa por descansar.
No necesitas sanar sola para acompañar bien.
Necesitas estar acompañada mientras sanas también.
Hoy recordamos que cuidar la salud mental
también es parte de la terapia.
Porque no puedes sostener lo que te está desbordando.