22/07/2024
Cada vez que leo sobre modelos o intervenciones terapéuticas me es muy nutritivo el llenarme de esos aprendizajes y experiencias de los terapeutas que escriben me dan un norte increíble cada vez que me siento perdido, aveces no lo estoy tanto mientras que otras ocasiones son un faro en la oscuridad que me guia de nuevo hacia el camino en mí practica. En ocasiones tanta “tecnica, tanta forma de” me abruma el seguir metodológicamente lo que aprendo y mas me abruma cuando me sale diferente a como lo lei, con el tiempo he aprendido que las personas adaptamos nuestros aprendizajes y asi como adapto las intervenciones a cada caso, me he dado cuenta que los consultantes tambien lo adaptan en su forma y asi esta “bien” ya que lo importante es que a ellos les funcione y les sea util.
Cada que leo a Milton Erickson o algunos de los escritos basados en su terapia mis ojos se inundan de alegría y viene una parte de desaprender la rigidez y la estructura, entendiendo y comprendiendo que el modelo y la intervencion es importante, pero que esta jamas debe subyugar los recursos internos de cada consultante, de ahi la importancia de “cortar a la medida a la terapia” y dejar las posturas rigidaz del como de un autor y abrirme al misterio y sorpresa de los recursos internos de cada consultante. Una distinción significativa entre sanar y un tratamiento es que este ultimo no puede darse independientemente del primero. Sanar es un producto del cuerpo y la mente, en contraste, el tratamiento es una intervención realizada por algun terapeuta.
Escritos de un terapeuta ericksoniano/no-ericksoniano con enfoques de terapia breve, que lo único que tiene de breve es la intervención mas no el proceso.