20/08/2018
Hola seguidoras y seguidores, amigues y demás contactos de este proyecto. Quiero compartirles qué hay algo transitando por mi cuerpo en estos momentos, a la par de cada letra que voy tecleando, y es una especie de mezcla de varios sentimientos, principalmente pena pero también determinación. La Rumorosa fue un proyecto que comenzó justo después de haber buscado y trabajado arduo en un espacio casa/habitación que estaba originalmente destinado para terapias de masaje y como estudio de trabajo personal. Varias cosas sucedieron de manera simultánea y en medio de la emoción y el calor mexicalense surgió la intención de que una sombrilla cubriera las áreas o actividades más importantes en mi vida: por un lado, Refugio y las actividades relacionadas a la conciencia y descanso de los cuerpos; Laboratorio, esa parte minúscula pero importante relacionada con los procesos creativos y de colaboración con otros seres humanos-artistas y dedicados a activar la cultura en la region y por último, Jardín de Espadas; el proyecto paralelo que llevo con mi amigo del alma Enrique Nun, dónde exploramos y nos quebramos un poquito la cabeza y nuestra agenda para trabajar en conjunto la gráfica en distintos soportes como la ropa y el tatuaje, equilibrando una actitud juguetona pero seria a la vez.
Ha pasado poco más de un año y esa sombrilla tiene que cerrarse. Cada una de esas áreas funcionará de manera independiente y en otro(s) espacio(s) físico(s). Este será el último mes de actividades ahí en Paseo de La Rumorosa #1000, y después Dios dirá. Por mi cuenta Refugio se traslada a una ubicación que pronto revelaré en la página de esta red social. Jardín de Espadas sigue, pero aún no tenemos fecha exacta de una nueva temporada, incluso no sabemos si trabajar por “temporadas” sea la manera de adherirnos a un esquema de producción. Los detalles de cada proyecto irán apareciendo a su debido tiempo pero me resulta muy importante dar este aviso, porque el corazón necesita espacio y gentileza para enfrentar las mutaciones de la vida.
Quiero agradecer desde lo más profundo de mi ser a cada persona que ha ayudado y se ha interesado por La Rumorosa. Se que todo lo que viene será para continuar creciendo y vivir con intención, buscar/conservar el bienestar es uno de los motivos primarios de su servidor y confío en que así es y así será.
Un abrazo,
Julio Torres Salcedo