19/11/2025
Cuando llamamos "familia" a los vínculos de sangre, damos por hecho que se trata de relaciones afectuosas, un espacio seguro, una compañía que implica aceptación y cariño, y lo cierto es que no siempre es así.
No todas las personas con las que compartimos genes saben ser familia, hay "familias" que no aplauden tus logros, no impulsan tus sueños, no respaldan luchas ni acompañan con empatía tus dolores.
No, no todos los vínculos de sangre merecen llamarse familia, porque no todas las "familias" saben cobijar con amor.
Psic. Zamira Flores