17/05/2024
Platicaba con una madre en la sesión de orientación, sobre las dificultades que ella tiene con su pequeño, me comenta sus puntos:
1. Se me dificulta mucho poner límites a mi hijo o decirle que no a algo, porque me hace sentir mal verlo llorar. Me frustró y me estreso muy rápido.
2. La maestra de la escuela me hizo un comentario, sobre que el niño llora y hace berrinche porque yo lo maltrato. Eso me hace sentir mal y me pone a pensar si realmente estoy haciendo las cosas bien.
A lo cual le contesto:
1. Como padres actuales no nos gusta mirar llorar o sufrir a nuestros hijos, la gran mayoría se debe a las ineficiencias emocionales o conductuales que tenemos y a las interpretaciones dependiendo nuestra experiencia. No es que queramos ver a nuestro hijo todos los días en llanto ni tan poco que siempre le estemos restringiendo todo, pero hay que saber hacer un balance y mirar siempre su BIENESTAR. Asi mismo saber gestionar nuestras emociones es esencial en una crianza, le comente ponernos en los zapatos del otro no siempre es lo correcto, si podemos comprenderlos y respetar su estado emocional, consolarnos de ser necesario, pero no por eso se tiene que acceder siempre. Por ejemplo: si un niño ya comió 1 helado en el día y el quiere, otro y otro, pues no por no verlo llorar le daremos más, como padres debemos poner límites por amor y bienestar de ellos.
2. Comúnmente nos topamos con personas que emiten un comentario o un juicio, con solo su percepción sin preguntar antes si ocurre algo, por la manera que decidimos criar a nuestros hijos, claro sin maltratos que puedan dañar su bienestar. Es común que escuchemos déjalo, no pasa nada, es verdad talvez no pase nada 1 vez, pero cada persona sabe la necesidad y la dificultad que está pasando en la crianza, es fácil juzgar o emitir un comentario desde afuera. También se que como madres estamos queriendo ser lo mejor posible, sentirnos criticadas pues no es algo que ayude. Sin embargo así es la realidad, siempre se emitirán comentarios, pero la interpretación es importante, como madre hay que fortalecer nuestra gestión emocional, nuestra constancia, nuestro amor y nuestra comunicación, para que no afecte tan fácilmente tus convicciones.
Gestiona tus emociones y conductas para una crianza más efectiva, con el MÉTODO DE CŌDICA.