En 2012 mi hijo José María y yo aprendimos el primer nivel de ZhìNéng QìGōng y de manera inmediata pude corroborar lo dicho por mi primer instructor: “no hay manera de que practicando ZNQG no cambies”. Muchas personas acuden al curso buscando una alternativa de sanación para enfermedades de todo tipo. Yo asistí para saber si mi papá podría mejorar con esta práctica, tras sufrir un infarto cerebral. Por otra parte, asistí porque intuía que sería una herramienta que podría ayudarme a mejorar mi bienestar emocional y, en consecuencia, servirme para enfrentar de mejor forma los retos cotidianos de mi vida, así como desafíos de mayor calibre que requerían mucha fortaleza interna para encarar. José María asistió por solidaridad conmigo y por fortuna aceptó ir, a pesar de ser un adolescente de 16 años en ese entonces. Hoy es un extraordinario practicante e instructor.
A casi 8 años de práctica sistemática y comprometida, puedo mirar atrás y ver con alegría todos aquellos aspectos de mi vida que se han visto beneficiados por la práctica del ZhìNéng QìGōng.
A través de la práctica, la integración de la mente-corazón con la conciencia y el cuerpo se fortalece; nos vamos descubriendo como una completud -un todo integrado con el universo y con los demás-. Empezamos a mirar y a actuar en el mundo con los ojos de la mente. La mente se fortalece y en consecuencia toma el timón del cuerpo de manera consciente. El ego se aplaca poco a poco. Sí, el cuerpo se va curando, pero lo más importante es que se cura el alma, porque avanzamos, sutilmente, en el camino de saber quiénes somos realmente. Nos vamos revelando ante nosotros mismos, despertamos nuestra sabiduría.
El ZNQG es una ciencia muy noble y poderosa. Es muy generosa con quienes las practicamos, ya que es muy fácil de hacer. Sobretodo, sus beneficios son innumerables y sorprendentes.
A veces es fácil ser incrédulo ante sus potentes beneficios porque la miramos a través de nuestros ojos y cosmovisión occidentales. Sin embargo, no hay nada raro en la lógica del funcionamiento y efectividad el ZNQG; todo lo contrario, es bastante natural, ya que trabajamos con la mente, el cuerpo y el Qì (la sustancia esencial de la que está hecho todo en el universo). Para ello existen seis métodos o niveles, de los cuales 3 están disponibles para aprenderlos. Estos métodos se complementan con lo que se conoce como gongs adicionales, que son técnicas complementarias a los métodos centrales. Todos los métodos consisten en ejercicios físicos y mentales, algunos se acompañan de vibraciones o sonidos.
Esta ciencia fue creada por el maestro y médico Pang Ming en los años 80s y está basada en el QìGōng tradicional chino, cuya antiguedad es milenaria, con cientos de variaciones y diferentes técnicas; su práctica estaba restringida a realizarse únicamente por cierto tipo de personas. El Maestro Pang es una persona cuyo nivel de práctica es de muy alto nivel. El ZhìNéng QìGōng es una forma específica de QìGōng que él desarrollo basada muy diversas prácticas y filosofías tales como el taoismo, confusionismo, budismo, tai chi, artes marciales y medicina tradicional china, entre otras. Dada la vocación científica del Maestro Pang, quien es doctor tanto en medicina occidental, como tradicional, consideró la importancia de integrar al ZhìNéng QìGōng su práctica de investigación científica, con lo cual existe abundante evidencia de los beneficios que la ciencia del ZNQG genera en las personas, animales y plantas. También los maestros la definen como una “tecnología de alto nivel”. En China es considerada la práctica más aceptada de QìGōng por el gobierno, dada su efectividad comprobada en curar enfermedades. Actualmente se llevan a cabo protocolos de investigación en la Universidad de Beijing, especialmente en el área de agro ciencias. Nuestra maestra Helen (Zhang Qing), doctora en ciencias de la vida, es quien conduce este grupo de investigación.
Niños, jóvenes, adultos o adultos mayores. Para gente sana y enferma, para hombres y mujeres. No importa el nivel de salud física, ya que el trabajo más importante lo hace la mente y, conforme se practica, la salud del cuerpo mejora y este es capaz de practicar mejor. Durante el curso de primer nivel se recibe toda la información necesaria para poderlo practicar de manera independiente y sin necesidad de instrucción continua.
El primer método contiene toda la sabiduría del ZhìNéng QìGōng y aún quienes solo conocen este método pueden alcanzar grandes logros mediante su práctica. La misma práctica te llevará a buscar otros espacios: grupos de práctica, retiros, talleres, comenzar a aprender el segundo y tercer método, etc. Yo practiqué sola por dos años, sin conocer a ningún otro practicante más que a Josema, hasta que en 2014 decidí ir a un retiro que me ayudó a profundizar en mi práctica, aprender más y conocer a otras personas practicantes. Hay quienes toman el curso y sienten que no es para ellos, y años después deciden desempolvar el material audiovisual y empezar a practicar. Cada proceso es diferente porque cada persona es única.
A finales de 2018, Josema y yo nos entusiasmamos con la idea de iniciar el proceso de certificación como instructores de ZhìNéng QìGōng. Gracias a la iniciativa de nuestro querido amigo, instructor y compañero Abraham Vega, quien concibió, junto con los maestros Qiu De Ming (Karl) y Zhang Qing (Helen), discípulos del Maestro Pang y ambos practicantes de muy alto nivel, el primer curso de certificación de instructores en México. Puesto que las ediciones anteriores de dicho evento se realizaron en China en años anteriores, era importante aprovechar esta oportunidad, que culminó con un retiro en el que Karl y Helen pudieron compartirnos sus conocimientos y evaluarnos. Casi 50 instructores tuvimos el privilegio y gozo de certificarnos en julio 2019.
La práctica del ZNQG en México es creciente y es uno de los países con la mayor cantidad de practicantes e instructores en el mundo. De manera personal creo en la aportación del ZNQG en beneficio de México. Y esto, principalmente, porque uno de los efectos más importantes de la práctica es que se es más feliz, sin importar tu circunstancia de vida. Pero no solo eso, tu entorno también cambia; tu vida mejora y basta tener una intención clara al practicar para generar cambios, sutiles pero contundentes, en aquellos retos que desafían tu vida. Tú cambias, y en consecuencia, cambia tu mundo.
Con la intención clara de que la vida de muchas personas se vea tocada por los beneficios y la abundancia del ZhìNéng QìGōng, iniciamos la enseñanza del primer nivel de ZNQG. Nuestra primera experiencia fue en Xalapa durante septiembre del 2019. Fue una experiencia por demás gratificante y conmovedora. Me siento muy orgullosa del gran instructor que es Josema: con cuánta claridad, paciencia, amor y compromiso transmite este tesoro que nos fue confiado para que lo compartamos tal cual nos fue enseñando. Más agradecida aún estoy por las 14 personas que nos confiaron su proceso de aprendizaje.
En este viaje que hemos emprendido, aspiro a que más jóvenes se acerquen a la práctica y se sientan motivados por aprender de otro joven. También, a que podamos compartirlo en zonas que sufren violencia o marginación, ya que al ser una herramienta de bienestar humano lo es también de bienestar social.
Shuanglang significa de corazón abierto, abundante, iluminado. El nombre lo propuso mi hija Hazz y con esa disposición de corazón y mente hemos iniciado este viaje.
Bienvenidos.