Shuǎnglǎng ZhìNéng QìGōng

Shuǎnglǎng ZhìNéng QìGōng Enseñanza, práctica e investigación de ZhiNeng QiGong

Dirección

Miguel Hidalgo
Mexico City
11850

Teléfono

+522221231947

Página web

Notificaciones

Sé el primero en enterarse y déjanos enviarle un correo electrónico cuando Shuǎnglǎng ZhìNéng QìGōng publique noticias y promociones. Su dirección de correo electrónico no se utilizará para ningún otro fin, y puede darse de baja en cualquier momento.

Contacto El Consultorio

Enviar un mensaje a Shuǎnglǎng ZhìNéng QìGōng:

Compartir

Share on Facebook Share on Twitter Share on LinkedIn
Share on Pinterest Share on Reddit Share via Email
Share on WhatsApp Share on Instagram Share on Telegram

ZhìNéng QìGōng: todo es posible

Por Norma Aburto Lugo

En 2012 mi hijo José María y yo aprendimos el primer nivel de ZhìNéng QìGōng y de manera inmediata pude corroborar lo dicho por mi primer instructor: “no hay manera de que practicando ZNQG no cambies”. Muchas personas acuden al curso buscando una alternativa de sanación para enfermedades de todo tipo. Yo asistí para saber si mi papá podría mejorar con esta práctica, tras sufrir un infarto cerebral. Por otra parte, asistí porque intuía que sería una herramienta que podría ayudarme a mejorar mi bienestar emocional y, en consecuencia, servirme para enfrentar de mejor forma los retos cotidianos de mi vida, así como desafíos de mayor calibre que requerían mucha fortaleza interna para encarar. José María asistió por solidaridad conmigo y por fortuna aceptó ir, a pesar de ser un adolescente de 16 años en ese entonces. Hoy es un extraordinario practicante e instructor.

A casi 8 años de práctica sistemática y comprometida, puedo mirar atrás y ver con alegría todos aquellos aspectos de mi vida que se han visto beneficiados por la práctica del ZhìNéng QìGōng.

A través de la práctica, la integración de la mente-corazón con la conciencia y el cuerpo se fortalece; nos vamos descubriendo como una completud -un todo integrado con el universo y con los demás-. Empezamos a mirar y a actuar en el mundo con los ojos de la mente. La mente se fortalece y en consecuencia toma el timón del cuerpo de manera consciente. El ego se aplaca poco a poco. Sí, el cuerpo se va curando, pero lo más importante es que se cura el alma, porque avanzamos, sutilmente, en el camino de saber quiénes somos realmente. Nos vamos revelando ante nosotros mismos, despertamos nuestra sabiduría.