08/05/2025
Todos Estamos Heridos
Todos estamos heridos,
en algún lugar profundamente dentro donde ninguna luz llega.
Caminamos por la vida con cicatrices invisibles,
corazones cosidos juntos por manos temblorosas,
Esperando que nadie mire demasiado de cerca.
El mundo nos enseña a ocultarlo,
a sonreír cuando duele,
para cubrir nuestras grietas y fingir que estamos completos.
Pero todos estamos rotos,
cada uno de nosotros llevando historias
Tenemos demasiado miedo de decirlo.
La madre que llora en secreto después de que sus hijos duermen.
El hombre que se ríe más fuerte pero se siente el más vacío por dentro.
El amigo que siempre dice, "estoy bien,"
Porque ella sabe que nadie realmente pregunta dos veces.
Sangramos diferente.
Algunas heridas son frescas, aún crudas al tacto.
Otros se han esquirolado,
Pero el dolor perdura cuando presionamos demasiado fuerte.
Y algunos están enterrados tan profundo,
nos hemos convencido a nosotros mismos de que no existen—
hasta que algo los rompa de nuevo.
Tal vez fue la traición lo que te rompió.
Tal vez fue el amor que diste
que nunca fue devuelta.
Tal vez fue el sueño que persiguiste
que te dejó con las manos vacías.
O el ser querido que perdiste demasiado pronto.
Tal vez fueron las palabras que escuchaste mientras crecía,
o el silencio que siguió
cuando más necesitabas palabras.
Pero tus heridas no te hacen débil.
Te hacen humano.
Son la evidencia de una vida vivida,
de batallas luchadas,
de un corazón lo suficientemente valiente como para sentir.
Y mientras todos estamos heridos,
También todos somos curanderos.
Llevamos bálsamo en nuestras palabras,
en la forma en que escuchamos sin juicio,
en la forma en que nos presentamos el uno para el otro.
Nos curamos el uno al otro,
a veces sin siquiera saberlo.
Una palabra amable, un toque suave, un recordatorio de que,
"No estás solo"—
Así es como empezamos a arreglarnos.
Así que no escondas tus heridas.
No pretendas que no existen.
Déjalos respirar.
Deja que te enseñen empatía,
deja que te recuerden que todos los que conoces
está peleando una batalla que no puedes ver.
Todos estamos heridos,
pero también somos resistentes.
Podemos cojear, pero seguimos moviéndonos.
Podemos romper, pero aprendemos a reconstruir.
Y al final, nuestras cicatrices cuentan una historia:
no solo de dolor,
sino de supervivencia.
No sólo de lo que hemos perdido,
sino de lo que hemos encontrado.
Así que, si te sientes roto hoy,
Conoce a esto, cariño...
no estás solo.
Eres parte de un mundo lleno de almas rotas
Todavía brillando luz a través de su quebrantamiento.
Y eso es lo que nos hace hermosas.
Amate para Sanar
Sacado de la red