28/08/2025
̃adores
para meditar.
Un día un hombre caminaba con las manos en las bolsas del pantalón, cabizbajo, triste, frustrado pues, solo miraba al piso. Era de noche, una noche como otras noches, porque las noches siempre tienen los mismos componentes, pero también tienen eso que la hace diferentes, las sensaciones de quien la vive. La calle era la misma por donde sus pies acostumbraban dejar sus huellas, en ese pavimento frío de color oscurecido por las noches y ya con la luz del día, era de otro color, aunque también el color de día, variaba según los tonos que proyectaba su alma. Y como no todas las noches son iguales, también esta era diferente. Algunas noches no dejan ver los misterios que esconden o simplemente, éstos, no son para todos.
Se detuvo y miró detenidamente algo que le llamo poderosamente la atención, pero no se sorprendió, era como si dentro de él, ya sabía de la existencia de ese lugar y sus pies lo llevaban a ese misterioso encuentro. De pronto algo lo detuvo, miró un anuncio que decía:
SE REGALAN SUEÑOS.
Entro a la tienda y le pregunto al encargado quien, al verlo entrar, lo recibió con una gran sonrisa, ya lo esperaba. ¿Oye, vendes de todos los sueños? Y el encargado le contesto; si. ¿Dígame cual quiere? Se quedó pensando y le dijo;
¿tienes un BMW? Si, le contesto el encargado. ¿Tienes una hermosa familia? También. ¿Un mundo sin guerras? Si, le contesto el encargado. ¿Un mundo sin políticos? Claro que sí, le contesto. ¿Ver a la gente con una sonrisa en sus labios? Si, le contesto. Y así le pregunto de varios sueños que él tenía, los que te imagines. Residencias, viajes, familia, bueno, todo lo que puede estar en un sueño.
Al final él pidió algunos sueños y el encargado le dijo que, si se los daría y diciendo y haciendo.
Le entrego una bolsa con unas bolitas de colores, porque cada color era un sueño.
Recibió la bolsita y se quedó viendo al encargado de la tienda y éste le dijo:
Nosotros te vendemos las semillas y tú buscas el lugar para sembrarlas.
Las siembras y las cuidas para que germinen, crezcan y se hagan realidad tus sueños.
Salió de la tienda con esas palabras en su cerebro, camino unos pasos, no supo cuantos ni en que dirección, tiempo después quiso regresar a la tienda donde había comprado sus sueños, pero por mas vueltas que dio en ese lugar tan conocido por sus pies, ya no la encontró.
Los humanos no tienen alas, porque tienen la capacidad de soñar. En este negocio tu puedes soñar y conseguir lo que alguna vez has soñado tener.
Solo hay que empezar a soñar, porque solo los que tienen sueños, pueden lograr lo que se proponen. para meditar.
Un día un hombre caminaba con las manos en las bolsas del pantalón, cabizbajo, triste, frustrado pues, solo miraba al piso. Era de noche, una noche como otras noches, porque las noches siempre tienen los mismos componentes, pero también tienen eso que la hace diferentes, las sensaciones de quien la vive. La calle era la misma por donde sus pies acostumbraban dejar sus huellas, en ese pavimento frío de color oscurecido por las noches y ya con la luz del día, era de otro color, aunque también el color de día, variaba según los tonos que proyectaba su alma. Y como no todas las noches son iguales, también esta era diferente. Algunas noches no dejan ver los misterios que esconden o simplemente, éstos, no son para todos.
Se detuvo y miró detenidamente algo que le llamo poderosamente la atención, pero no se sorprendió, era como si dentro de él, ya sabía de la existencia de ese lugar y sus pies lo llevaban a ese misterioso encuentro. De pronto algo lo detuvo, miró un anuncio que decía:
SE REGALAN SUEÑOS.
Entro a la tienda y le pregunto al encargado quien, al verlo entrar, lo recibió con una gran sonrisa, ya lo esperaba. ¿Oye, vendes de todos los sueños? Y el encargado le contesto; si. ¿Dígame cual quiere? Se quedó pensando y le dijo;
¿tienes un BMW? Si, le contesto el encargado. ¿Tienes una hermosa familia? También. ¿Un mundo sin guerras? Si, le contesto el encargado. ¿Un mundo sin políticos? Claro que sí, le contesto. ¿Ver a la gente con una sonrisa en sus labios? Si, le contesto. Y así le pregunto de varios sueños que él tenía, los que te imagines. Residencias, viajes, familia, bueno, todo lo que puede estar en un sueño.
Al final él pidió algunos sueños y el encargado le dijo que, si se los daría y diciendo y haciendo.
Le entrego una bolsa con unas bolitas de colores, porque cada color era un sueño.
Recibió la bolsita y se quedó viendo al encargado de la tienda y éste le dijo:
Nosotros te vendemos las semillas y tú buscas el lugar para sembrarlas.
Las siembras y las cuidas para que germinen, crezcan y se hagan realidad tus sueños.
Salió de la tienda con esas palabras en su cerebro, camino unos pasos, no supo cuantos ni en que dirección, tiempo después quiso regresar a la tienda donde había comprado sus sueños, pero por mas vueltas que dio en ese lugar tan conocido por sus pies, ya no la encontró.
Los humanos no tienen alas, porque tienen la capacidad de soñar.
Solo hay que empezar a soñar, porque solo los que tienen sueños, pueden lograr lo que se proponen.