05/04/2022
¿Por qué creemos que nuestros pensamientos y dificultades personales sólo son producto de algo en nosotros mismos?
Seguramente has escuchado de alguno de tus padres, familiares, amigos, parejas, profesores, compañeros y un gran etcétera, la idea de que sentirse triste, menospreciado, incapaz, no suficiente, temeroso, desesperado o angustiado, es algo que tienes que cambiar casi de manera voluntaria, porque en tanto viene de ti, tú tendrías ese control. Es decir, que tu bienestar y malestar siempre tiene un origen INDIVIDUAL.
Pero, ¿será que nuestra mente y nuestras emociones funcionan así?
Curiosamente, en 1921 Sigmund Freud descubrió que ocurre todo lo contrario pues a su parecer (y como consecuencia de múltiples investigaciones), tanto la realidad subjetiva como la realidad social están entrecruzadas desde el comienzo y en todo momento de la vida humana.
Dicho de otra manera, toda realidad individual siempre tiene un trasfondo social que permanece oculto pero que si se le escucha con atención, puede hacerse evidente.
¿Te hace sentido esta idea?