
15/06/2025
La paternidad de hoy se despierta, se reinventa y establece nuevas pautas para ejercer sus funciones.
Durante generaciones nos plantearon la imagen del rol paterno cómo un modelo rígido:
el proveedor distante,
el que enseña sin abrazar,
el que protege sin mostrar vulnerabilidad.
Pero hoy ¡Que se rompan esos patrones!
Que se liberen los hombres de esos mandatos y aprendan que:
Lo que no se nombra, se repite, y lo que no se sana, se transmite.
Por eso, los nuevos padres aprenden a hablar,
a mirar a sus hijos con ternura abierta,
a estar presentes no solo en cuerpo,
sino en alma, en juego, en escucha.
Romper patrones no es traicionar la historia,
es rescatar lo valioso y dejar ir lo que duele.
Es entender que el amor también educa,
que el consuelo también enseña límites y
que la vulnerabilidad es fuerza, no debilidad.
Hoy ser padre es aprender de nuevo,
es criar sin miedo a ser humano, es permitirse llorar frente a un hijo y enseñarle que la emoción no es enemiga, sino un ¡superpoder!
Así, la paternidad florece, ya no como mandato, sino como elección.
Una elección consciente, cruzando las barreras de la genética, por qué ser padre es una función.
Con cariño
Tania Zuvire
Ilustraciones de Joan Turu