14/11/2024
El descubrimiento freudiano del inconsciente nos llevó a entender que nada se puede esconder para siempre. Cuando hablamos de "retorno de lo reprimido" nos referimos a la última fase de la represión, que se produce desde el lugar de la fijación de la líbido (resumidamente, líbido es una energía que opera en el interior de la psique, la energía de la pulsión) y tiene por contenido una regresion del desarrollo libidinal hasta ese lugar de la fijación en alguna de las étapas del desarrollo psicosexual. Entonces, esta fase del retorno de lo reprimido se refiere al retorno de lo que se reprimió primordialmente a los sistemas de la consciencia.
Los contenidos que fueron expulsados de la consciencia en algún momento de la historia del sujeto, tienden a reaparecer, así sea de forma desfigurada.
Juan David Nasio explica que el inconsciente es repetición, y que todas estas elecciones que pensamos que se nos imponen sin saber verdaderamente por qué, la experiencia clínica lo demuestra en el poder del inconsciente de empujarnos a repetir, "nuestra vida late al ritmo de la repetición que el inconsciente impulsa". En referencia a una investigación de Zeigarnik y en referencia al accionar del ser humano Lillo escribe: "Es la tendencia a terminar lo interrumpido o inacabado. Esta tendencia se manifiesta en la repetición. Se repite para terminar, para concluir lo inconcluso, para finalizar lo pendiente, para cerrar la tarea iniciada. El propio Freud señaló que todo aquello que no ha sido comprendido reaparecerá inevitablemente, al igual que un fantasma, y no descansará hasta el misterio se hubiere resuelto y el hechizo roto" (Freud, 1909).
-¿Qué es lo que el sujeto repite? "repite todo lo que se ha incorporado ya a su ser partiendo de las fuentes de lo reprimido: sus inhibiciones, sus tendencias inutilizadas y sus rasgos de carácter patológico", responde Freud.
Sin duda, las emociones que no se expresan, las palabras no dichas, dejan una herida abierta que luego se transforma en sueños insoportables, en intentos de apagar la angustia sin importar la forma, realizaciones sustitutivas de deseos inconscientes, en síntomas conversivos, etcétera.
Por último, un conocido neurocientífico portugués, Antonio Damasio, sostiene que la emoción ha tenido un importante papel en la evolución de la cultura humana, por encima de la capacidad intelectual. "Lo que hacemos no lo hacemos para estar vivos, pues para estar vivos nos bastaría con respirar y alimentarnos. Lo hacemos para sentirnos vivos. Y como se trata de sentir, no es suficiente con el intelecto".
-El dibujo es de Super Science Friends.
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