18/03/2022
Si eres cuidador, tienes que leer esto
Cuando alguien me pregunta a qué me dedico, y yo respondo “soy cuidador”, a veces siento que la respuesta se queda corta. Cuidar a ancianos, a menudo es relacionado a una actividad desagradable, frustrante, y poco gratificadora.
De hecho, yo mismo he tenido en mi cabeza la pregunta ¿Cómo terminaste dedicándote a esto? ¿Cómo puedes ser feliz cuidando a ancianos? ¿Qué utilidad social tiene este trabajo?
Durante algún tiempo, no encontraba respuesta y mi trabajo se llevaba mi felicidad. Hasta que un día vi claramente la respuesta.
Ese día entré a la casa donde trabajaba, y para mi sorpresa, mi paciente (quien padece demencia) había tenido un “accidente”. Una descompostura digestiva había hecho que el mejor lugar para ir al baño, sea la sala. El olor era impresionante. Y cuando me encontré limpiando ese desastre, me cuestionaba cómo había “caído tan bajo” para estar haciendo eso. Cuando miré a mi paciente, fue una sorpresa más grande. Sin entender qué había pasado, el anciano se había acostado en su cama todo sucio por el “accidente” que había tenido. Su ropa, sus sábanas, sus piernas, estaban todas sucias con su propia materia f***l.
Rápidamente, cambié su ropa, lo ayudé a bañarse, puse toda la ropa y las sábanas en la lavadora y limpié toda la sala (aunque mi trabajo no era necesariamente hacer eso). De un momento al otro, el escenario era otro. El desastre y la suciedad que me había encontrado cuando llegué, ahora era un lugar limpio, agradable y ordenado. El anciano, que antes estaba sucio y maloliente, ahora era un anciano perfumado, bañado y bien vestido. Y allí lo entendí.
Me imaginé la vida del anciano que era mi paciente en ese momento. Me imaginé su vida sin mi presencia ni mi dedicación.
Me imaginé la condición en la que viviría. ¿Quién lo ayudaría cuando le pasen situaciones como ésta? ¿Cómo haría para higienizarse sin mi ayuda? ¿Cómo haría para tomar su medicación? ¿Con quién hablaría cuando se sintiera solo? ¿Quién lo ayudaría a comer saludablemente? ¿Quién estaría a su lado cuando se enoje? ¿Quién se reiría con él de sus propios errores o de sus chistes que repite día tras día? ¿Quién estaría dispuesto a pasar horas en su compañía día tras día, todos los días?
En ese momento entendí que la profesión y la dedicación de ser un cuidador pueden resumirse en una idea NOSOTROS HACEMOS QUE LA VIDA DEL ANCIANO SEA UNA VIDA DIGNA. A pesar de los problemas que pueda tener el anciano, la presencia del cuidador es un ancla para traer bienestar y dignidad a la vida del anciano.
Si alguna vez sientes que tu trabajo no es importante, o que nadie reconoce tu esfuerzo…piensa ¿Cómo sería la vida de ese anciano sin tu presencia?
Recuerda que no hay nada más noble que hacer que la vida de otra persona sea digna, y tú lo haces día a día al cuidar del anciano.