Como la realidad es que vivimos en un mundo social, en donde nuestras relaciones son una parte inherente de nuestra existencia y en donde aunque no queramos, somos lo que los otros piensan de nosotros, a menudo nos sentimos incapaces de mantener una relación de pareja o una relación con amigos, o tenemos problemas constantes con los compañeros de trabajo, con nuestro jefe, con nuestros padres, maestros o con nuestros propios hijos. El problema viene de que el mundo es para cada persona un producto de la actitud con que se acerca a él. Podemos estar llenos de problemas, de conflictos, y tal vez esa situación no la podamos modificar, lo que sí podemos cambiar es la forma con la que vamos respondiendo a cada situación. Cuando nos encontramos con que nuestra manera de resolver los problemas es la misma y no encontramos la manera de intentar algo nuevo, el sentimiento de frustración, incertidumbre y malestar es agotador. La Psicoterapia Existencial es entonces la oportunidad de explorar entre paciente y terapeuta los significados que el primero da a las diferentes situaciones y problemas de su vida y juntos tratemos de buscar alternativas para que el paciente logre habilitarse a vivir la vida con todas sus contradicciones y todos sus momentos placenteros, y es que la existencia es un continuo devenir, nuestra vida es una película, está constantemente en movimiento, tenemos cambios constantes y nos cuesta trabajo aceptarlo, porque los cambios asustan, angustian. El espacio de terapia, se convierte entonces en un pequeño microcosmos donde el paciente se muestra de la misma forma como se comporta afuera, allá en el mundo social que le genera conflicto, que lo confronta, que lo vuelve insatisfecho. En un ambiente de apoyo y seguridad, podrá explorar todos y cada uno de los comportamientos que le generan el conflicto, significarlos y si es necesario modificarlos para tener una vida plena, intensa y satisfactoria.
