11/09/2020
Reemplazo Articular
Una operación quirúrgica es la última opción de tratamiento; está reservado para cuando todas las demás formas de tratamiento – incluyendo terapia física y medicamentos – han fallado en dar los resultados necesarios. Habiendo dicho eso, la cirugía de reemplazo articular es una manera muy efectiva de eliminar el dolor de las articulaciones, así como de corregir una deformidad y restituir la movilidad. La cirugía de reemplazo articular también se hace para tratar la artritis avanzada.
Los candidatos para una cirugía de reemplazo articular a menudo tienen dolor severo en las articulaciones, rigidez, cojeras, debilidad de los músculos, limitaciones de movimientos, e hinchazón. Dependiendo de qué articulación está afectada y la cantidad de daño, las actividades normales como caminar, ponerse los calcetines y zapatos, entrar y salir de los autos, y subir escaleras pueden ser difíciles.
Las causas más comunes de disfunción de las articulaciones son la osteoartritis y la artritis reumatoide. Mientras que nadie está seguro de lo que causa la artritis, hay un número de factores que puede contribuir al deterioro de la articulación y llevar a la artritis. Algunos de estos factores incluyen:
• Herencia
• Anormalidades en el desarrollo de la formación de la articulación
• Predisposición genética a un metabolismo cartilaginoso anormal
• Lesiones menores repetidas
• Trauma severo al cartílago de la articulación (el tejido que hace de almohadilla al final de los huesos)
Mientras que tener sobrepeso no causa necesariamente artritis, sí que contribuye a una progresión más temprana y más rápida de los problemas de las articulaciones.
La cirugía de reemplazo articular está diseñada para reemplazar el cartílago dañado y cualquier pérdida asociada de la estructura del hueso. El procedimiento en sí mismo es una reconstrucción de la articulación dañada, y cuenta con los músculos y los ligamentos del paciente para que den el soporte y la función. La prótesis (articulación de reemplazo) está hecha de titanio, cobalto cromado, acero inoxidable, material de cerámica, y polietileno (plástico). Se puede fijar al hueso con cemento acrílico o se puede hacer un ajuste forzado, lo que permite que el hueso crezca dentro del implante. Una vez que el reemplazo articular está en su lugar, su movilidad y funcionamiento vuelven por medio de terapia física. Las tres cirugías de reemplazo articular más comunes son de cadera, de rodilla, y de hombro.