
27/09/2025
A veces pensamos que si no tenemos ganas, significa que no podremos lograr nada. Pero la verdad es que la motivación no siempre está disponible, y eso no significa que fallaste.
👉 La motivación es esa chispa inicial: surge cuando algo nos emociona, nos interesa o nos da una gratificación rápida.
El problema es que depende mucho de la novedad y del sistema de recompensa del cerebro. Por eso fluctúa, y no siempre aparece cuando más la necesitamos.
En cambio, la disciplina es el motor que te ayuda a sostenerte incluso cuando las ganas bajan. Está ligada a tus funciones ejecutivas (planificación, control de impulsos, regulación emocional) y se entrena poco a poco con hábitos y estructuras.
Ejemplo cotidiano:
Motivación: “Hoy sí voy a hacer ejercicio porque me siento con energía”.
Disciplina: “Aunque no tengo tantas ganas, me pongo los tenis porque sé que esto construye mi bienestar a largo plazo”.
No siempre sentirás motivación, y está bien. Lo que realmente te acerca a tus metas es la disciplina que entrenas cada día, sin necesidad de castigarte.