28/07/2025
El zapato ajeno
Hoy atendí a un paciente que había visitado a tres médicos distintos en menos de dos semanas.
—"Ninguno me ha ayudado", dijo frustrado, mirando el suelo.
Yo lo escuché, con calma. Releí sus notas médicas anteriores. Vi que todos habían hecho lo correcto: solicitar estudios, indicar tratamiento, dar seguimiento.
Pero algo no cuadraba… no en los papeles, sino en su rostro.
Le pedí que me contara todo, sin interrupciones. En sus palabras no encontré una enfermedad nueva, pero sí encontré su historia. Su contexto. Sus miedos.
Y fue ahí cuando entendí: lo que necesitaba no era otro tratamiento, sino que alguien caminara con él un rato, aunque fuera en silencio, para luego decirle:
"Entiendo por qué no estás bien. Vamos a hacerlo distinto."
Ser médico general o médico familiar no es sólo tener conocimientos clínicos —que por supuesto los tenemos—.
Es también tener esa capacidad de ponerse el zapato ajeno, de ver al paciente completo, no sólo su síntoma.
🌟 Ser médico en el primer nivel es ver primero al ser humano, y después al diagnóstico.
Así que, a quienes ejercen esta medicina desde el consultorio del centro de salud, desde una zona rural, desde la trinchera diaria donde el tiempo nunca alcanza pero el corazón sí…
Gracias por no olvidar que la empatía también cura.