20/08/2024
Perdón.
No todo el mundo sabe pedir perdón, ni todos saben perdonar. De hecho es un tema muy complejo con una gran variedad de aristas. Por principio de cuentas empezaré, como es costumbre, por la etimología de la palabra. Viene de las palabras latinas: ‘per’ y ‘donare’ que significan “para dar” o “para regalar” y es tomado como un acto de generosidad de quien otorga el perdón. Sin embargo, en la Biblia, perdonar se toma de una palabra griega que significa dejar pasar. En francés existe la famosa frase laissez faire, laissez passer, respecto del liberalismo económico, y que literalmente se traduce como “ dejar hacer, dejar pasar”
Hay numerosos expertos que han tratado con mucha extensión la llamada “Psicología del perdón”, sin embargo no es mi idea, intentar hacer un tratado al respecto, por lo que únicamente puntualizaré, algunos breves conceptos.
No es fácil dejar ir o dejar pasar cuando se ha recibido una ofensa. Se piensa que cuando uno perdona, se pone en una posición de debilidad. Igualmente se dice que no existe la obligación de nuestra parte para aceptar o entender el actuar de la persona que nos ofendió. Asimismo, si se observa desde otro punto de vista, cuando se nos ofende o se nos causa un daño, aun a nuestro pesar aparece el rencor. El rencor causa un enorme daño, quizás mayor que el de la ofensa inicial. El rencor es una especie de ácido que va carcomiendo el equilibrio y puede llegar a ser causante de enfermedades que el cuerpo somatiza.
Desde este punto, es fácil observar que se requiere valor para aceptar aquello que sucedió. Ello permite recuperar el bienestar emocional, ya que se reparan los daños causados, se eliminan pensamientos negativos y se alcanza la paz interior.
Como mencioné hay mucho que tratar al respecto, desde cuestiones filosóficas, morales, religiosas, etc. Sin embargo, prefiero tratar lo exclusivamente humano hasta donde mi entendimiento me lo permite.
Siempre han quedado, resquemores, resentimientos y cuentas pendientes en nuestra mente, hacia algunas personas.
Aquí vale la pena preguntar ¿Cuántas cuentas pendientes, rencores y resentimientos tendrán algunos hacia nosotros? Por ello también se debe aprender a solicitar ser perdonados. Todos cometemos errores, puesto que somos humanos “Errare humanum est”.
Cabe mencionar que perdonar no significa justificar las acciones que nos dañaron, tampoco la obligación de reconciliarnos con quien nos dañó. De lo que se trata es dejar de odiar.
Había una serie de caricaturas que se llamaba “Amor es” y la primera fue “Amor es: Nunca tener que pedir perdón” basada en la famosa película “Love Story”
Esta noche piensa en las personas a las que has dañado y las que te han dañado, teniendo en cuenta que el perdón es la base en cualquier relación entre humanos, por eso existe la frase: “Equivocarse es de humanos, perdonar es divino”.
Autor:
Raúl Irabién