12/08/2025
Mucha gente llega a terapia cuando ya está en crisis. Es como aprender a nadar ahogándote. Si trabajas tus patrones antes del caos, cuando llegue un golpe emocional tendrás herramientas, no solo instinto de supervivencia.
- Crees que te conoces… hasta que un terapeuta te confronta con preguntas que jamás te harías. Terapia revela motivaciones ocultas, sesgos, inseguridades y potenciales que están en piloto automático.
- Incluso sin conflictos actuales, aprender a comunicarte mejor, poner límites y entender tus reacciones emocionales mejora todos tus vínculos. Eso evita dramas futuros.
- Aunque creas que “todo está bien”, todos tenemos distorsiones cognitivas y creencias irracionales que limitan nuestras decisiones. La terapia te ayuda a identificarlas antes de que se conviertan en saboteadores grandes.
A esto se le llama intervención proactiva: no esperas a que el incendio empiece, trabajas para que ni siquiera haya chispas.