
16/07/2025
LA ROSA ⚘️
*CoNFÍO EN EL TIEMPO DIVINo* ✨️
Gran parte de la vida, para muchos se centra en lo que sucede fuera de nosotros, en lo que hacemos, lo que producimos, ganamos o acumulamos está vinculado al sentido de valía personal, a nuestro propósito e incluso a nuestro estatus importancia en el mundo lo que hemos olvidado es la majestuosidad de lo que no puede ser visto o cuantificado. Hemos olvidado cultivar la capacidad de amar y ser amados. Hemos olvidado que cuidar de la esencia de quienes somos es nuestra ocupación más importante hemos olvidado que la contribución más poderosa que podemos ofrecer no es algo que podamos señalar fuera de nosotros, vender, co- mercializar o enmarcar y colocar en la pared para recibir elogios. La contribucion mas poderosa que tenemos para ofrecer al mundo es el amor en el que nos convertimos, muchos tenemos una idea muy clara de los externos que queremos alcanzar en cierto punto de la vida y si no cumplimos esas logros y expectativas, pensamos que hemos fracasado, Pero no podemos forzar ni planear el cultivo, la encarnación y el ascenso del alma. Esta forma de trabajo del alma ocurre en el kairós, que es la palabra griega para el tiempo del alma, el tiempo divino.
El tiempo lineal es increiblemente util para que funcione el ego, lo cual es esencial. Pero el tiempo lineal no tiene nada que ver con la esencia de quiénes somos o con la contribución que podemos hacer con nuestras vidas.
La rosa, símbolo de lo divino femenino, repre- senta una rendición interior que no puede ser cronometrada según el ego o las circunstancias externas. La rosa nos recuerda que no podemos forzarnos a madurar, no podemos obligarnos a ser alguien más que exactamente quienes somos en este momento.
Si aceptamos la belleza de donde estamos en este momento, permitimos que el ego se libere de las garras del tiempo lineal. Si recordamos gue todo un universo está perpetuamente en el proceso de florecer desde el corazón, podemos tener curiosidad por lo que podría estar desarrollándose para nosotros. Podemos confiar en nuestro propio tiempo divino.
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