20/08/2024
CAN-CUN 23 años DESPUÉS
Hace ya casi 23 años que estuve en este lugar de Can-Cun, el restaurante llamado Lorenzillos, casi totalmente restaurado después del huracán categoria cinco, el Gilberto (devastador, trágico y destructivo, el más fuerte registrado en el siglo XX, para ser exactos en sep. de 1988).
El motivo de la reunión, una cena de colegas psiquiatras, en el congreso de la Asociacion Psiquiatrica Mexicana AC, realizado en noviembre de 2001, en esta isla caribeña. Cena difícil de olvidar, por la belleza del lugar, y sobre todo por que a la sazón el mundo estaba conmocionado, por los ataques a las torres gemelas en NY (dos meses antes del congreso) , y todavía respirábamos la idea de una tercera guerra mundial. Pero el lugar y el momento nos hacía olvidar y disipar nuestra incertidumbre que sentíamos aquella mágica noche.
Mucho ha cambiado Can-Cun desde ese año, la laguna de Nichupté (en frente de este restaurante), ya no luce la transparencia de sus aguas, ni el azul marino claro de aquel pasado mediato. Ahora es de un color más bien verdoso jade y opaco. Un mesero me comenta viendo con sus ojos melancólicos a la la laguna -mucho ha cambiado señor, las obras le han “cerrado” el mar a la laguna y el descuido de la gente, la han contaminado, transmitiéndonos a mi esposa a mi, ecologistas empedernidos, su pesar y tristeza.
Pero dentro del recinto forrado de madera, con lujosos motivos marinos, objetos y fotos de personajes famosos, como Jackes Coustea (biólogo marino de origen francés) y la estrella de la película Dr. Zhivago de David Lean (1965), Omar Sharif (que acudía a este lugar), parece haberse congelado el tiempo de aquel 18 de Noviembre de 2001.
Hoy acudimos yo y mi amada esposa, irremediablemente me llegaron estos recuerdos a mi mente.
Al salir, veo muchos, pero muchos nuevos hoteles magnificentes, pero tambien veo edificios abandonados, descarapelados, y urdidos por el mar, el viento, y el tiempo. Parece que aquí tambien la delincuencia a echo su daño a los negocios. El cobro ilegal del uso de suelo, la inseguridad, los tiempos compartidos que atrapan a los turistas en sus paredes y espacios y hacen que no salgan de sus hoteles a consumir “afuera”, todo en su conjunto, a cambiado a Can-Cun, que aún así “jala” a millones de turistas cada año.
Abajo las fotos del tiempo transcurrido que me hicieron relatar lo antes escrito. Buen inicio de semana….