
01/05/2025
!Seré tu niño caprichoso, oh madre divina! En el patio de recreo de la tierra, adornado en grandioso desorden, con montañas, valles y mares, he retozado mucho tiempo, cada vez que me cansaba de jugar y te llamaba llorando !oh madre divina! tú me hacías callar, dejando caer por alguna de las ventanas abiertas de mis deseos egoístas, un reluciente juguete nuevo, diversiones, admiradores, posesiones. Pero esta vez seré tu niño caprichoso y lloraré sin cesar, nunca más lograrás hacerme callar con las fruslerias de los placeres pasajeros. Y será mejor que vengas pronto o con mi clamor, sacudiré la creación entera. Todos tus hijos dormidos, despertarán y se unirán a mí en un coro de lamentaciones ¡oh madre eterna! deja ya tus quehaceres universales. Exijo que me atiendas, no quiero más juguetes, ¡te quiero a ti! Tomado de Susurros de ls Eternidad de Paramahansa Yogananda