28/07/2025
Un Problema Silencioso en la Atención Materna Cómo el maltrato durante el parto afecta a las mujeres y sus familias.
La violencia obstétrica es un problema silencioso y normalizado en muchos hospitales públicos y privados. Se refiere al trato despectivo, negligente o agresivo que reciben las mujeres durante el embarazo, parto y postparto por parte del personal de salud. Este tipo de violencia puede ser física, verbal o psicológica, y tiene consecuencias devastadoras en la salud física y mental de las mujeres, así como un impacto de por vida en sus hijos.
En México, el 31.4% de las mujeres de 15 a 49 años que tuvieron un parto entre 2016 y 2021 reportaron haber sufrido algún tipo de maltrato obstétrico. Entidades como San Luis Potosí, Tlaxcala, Ciudad de México y Querétaro presentan cifras alarmantes que superan el 38%. A nivel internacional, en países como Chile, hasta el 50% de las mujeres han reportado haber vivido violencia obstétrica durante el parto.
Lo que muchos ignoran es que este maltrato no solo causa dolor emocional, sino que también deja secuelas físicas permanentes en miles de niños. En el Centro de Cirugía Especial de México, al menos el 10% de los casos de niños con parálisis cerebral que atendemos están relacionados con violencia obstétrica y mala atención durante el parto, generando discapacidad de por vida que destruye sueños, proyectos familiares y estabilidad emocional.
¿Qué ejemplos de violencia obstétrica existen?
• Realizar episiotomías o cesáreas sin explicar riesgos ni obtener consentimiento.
• Gritar, humillar o burlarse de la mujer durante el parto.
• Negar o retrasar atención médica necesaria, poniendo en riesgo a la madre y al bebé.
• Usar términos despectivos como “aguántese” o “así quiso embarazarse” mientras está en labor.
• Impedir el acompañamiento de un ser querido, aumentando el miedo y la vulnerabilidad.
Este no es un problema menor, es una violación a los derechos humanos y reproductivos de las mujeres. Es momento de exigir que las autoridades mexicanas prioricen la atención humanizada en obstetricia, capacitando al personal de salud y estableciendo protocolos claros que garanticen el respeto, la dignidad y la seguridad de cada mujer y de cada bebé.