16/07/2025
“Eres como una cebolla… y no lo digo por las lágrimas.”
En terapia, muchas veces hablamos de ir quitando capas.
Y no es metáfora vacía:
cada creencia que no es tuya,
cada miedo heredado,
cada deber aprendido,
cada forma de ser que adoptaste para encajar,
es una capa que no te pertenece.
Ir quitando esas capas duele.
Pica los ojos. Quema el ego.
Pero también aligera el alma.
Y entonces, después de tantas capas…
¡ahí estás tú!
Tu esencia.
Tu centro.
Tu forma más pura.
Y, sorpresa:
es un corazón.
Porque en el fondo,
cuando dejas de protegerte, de esconderte,
de pretender ser quien aprendiste a ser,
descubres que tú no estabas rota,
solo estabas envuelta por quien te dijeron que debías ser.
Piénsalo 🧅