26/03/2025
Alfabetización en Salud Mental: saber identificar el malestar que aqueja
El concepto de Alfabetización en Salud Mental fue propuesto por el psicólogo australiano Anthony Jorm en 1997. Se refiere a la capacidad que tiene una persona para reconocer, comprender y manejar aspectos relacionados con el sufrimiento psíquico: saber identificar síntomas, conocer recursos de ayuda, y tener actitudes que favorezcan el cuidado emocional propio y de los demás. Pero más allá de la definición académica, alfabetizarse en salud mental es aprender a ponerle nombre al malestar. A no perderse en el silencio.
Recuerdo hace ya varios años, acudió una mujer, madre de dos adolescentes, casada, con empleo estable. Llegó a terapia diciendo que estaba “cansada”. No triste, no angustiada: cansada. “Todo me pesa”, dijo. Al principio pensé en el agotamiento típico de una rutina exigente, pero algo en su mirada pedía más escucha. Poco a poco, fuimos deshilando esa palabra —cansancio— como quien abre una caja que encierra demasiados objetos. Detrás venía una tristeza profunda, un sentimiento de inutilidad, la pérdida del deseo. Pero ella no lo sabía. Nadie se lo había explicado. No conocía el nombre de eso que sentía.
Vivimos en un mundo donde muchas personas transitan el sufrimiento sin saberlo. Lo normalizan. Lo callan. Lo cargan en silencio. Y cuando finalmente no pueden más, dicen que están “cansadas”, que “ya no disfrutan como antes” o que “sólo necesitan vacaciones”. No lo llaman por su nombre, porque nadie les enseñó a reconocerlo. Eso es, justamente, lo que la alfabetización en salud mental intenta cambiar.
Así como aprendemos a leer y escribir para movernos en el mundo, también necesitamos aprender a identificar las emociones, a nombrar el sufrimiento, a entender cuándo un pensamiento empieza a volverse peligroso. Saber, por ejemplo, que la ansiedad no siempre es miedo, sino una anticipación que puede desgastar. Que la depresión no siempre es llorar, sino quedarse quieto. Que los ataques de pánico existen y no es “una locura”, y que muchas veces hay tratamientos y salidas posibles.
Pero no se trata sólo de saber para uno mismo. Alfabetizarse en salud mental también significa aprender a escuchar al otro sin juzgar, sin minimizar, sin decir “tienes que echarle ganas” o “todo está en tu cabeza”, como si la cabeza no fuera parte del cuerpo. Es poder acompañar. Es saber cuándo decir “vamos a buscar ayuda” sin vergüenza.
No necesitamos convertirnos en psicólogos para cuidar la salud mental. Basta con abrir los ojos, con poner atención, con dejar de negar lo que ya está sucediendo. Tal vez, si a aquella mujer alguien le hubiera dicho antes que eso que sentía tenía nombre, que tenía tratamiento, que no estaba sola, no habría esperado tanto para pedir ayuda.
La salud mental también se aprende. Y aprender sobre ella es una forma de amarse, de amar al otro, de construir un mundo donde el sufrimiento no se esconda, sino que se abraza con comprensión y se mire con humanidad.
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Carlos Arturo Moreno De la Rosa
Psicólogo egresado de la UANL
Psicoterapeuta Cédula Profesional 6775187
Doctorante en Salud Mental
Citas al 866 133 3958