28/07/2025
🩻 Yo soy la Lumbalgia… y me instalo justo donde más duele: en tu espalda baja.
No llego de golpe, me gusta aparecer cuando menos lo esperas.
Me alimento de tus malas posturas, de esas horas infinitas frente a la computadora, del peso que cargas sin doblar las rodillas, del sofá en el que te hundes cada noche.
Me deslizo entre tus vértebras y músculos, tensando, inflamando, desgastando.
A veces te aviso con una leve molestia… pero si me ignoras, me vuelvo punzante, cortante, incapacitante.
Te obligo a caminar encorvado.
Hago que cada movimiento parezca una batalla.
Y cuando intentas dormir, también te acompaño, recordándote que estoy aquí.
No siempre aparezco por tus errores.
A veces me abren la puerta el sobrepeso, el sedentarismo, la falta de ejercicio o incluso la edad.
Pero créeme: tú tienes el poder de mantenerme lejos.
Si quieres que no me quede contigo:
• Fortalece tu espalda y tu abdomen con ejercicio regular.
• Corrige tu postura al sentarte, trabajar y dormir.
• Evita cargar peso de forma brusca.
• Mantén un peso saludable y muévete todos los días.
• Y si aparezco, no me ignores: busca ayuda médica antes de que me haga más fuerte.
Soy la Lumbalgia.
Incomoda, limitante… pero no invencible.
Tu espalda es tu soporte: cuídala, o me quedaré contigo.
🚩 La siguiente información, texto e imagen tiene fines netamente educativos, interactivos y principalmente académicos. Siempre consulta a tu médico de confianza.
Información extraída de la red