16/08/2023
Recordemos que la conducta adictiva es solo el sintoma de algo mucho más profundo. Es solo la punta del iceberg que deja bajo el agua la mayor parte de su dimensión. No se trata solo del uso problemático de sustancias, si no del gran sufrimiento, de la sensación de incapacidad, de las heridas sin sanar, y de la búsqueda errática para llenar un vacío emocional que esa conducta esconde.
De alguna manera, gran parte de nosotros tenemos conductas adictivas, ya que una adicción es una dependencia y solemos vivir dependiendo siempre de algo externo, muchas veces tan solo como estrategia para intentar “tapar” vacíos o malestares. Siempre será más fácil centrar nuestra atención en lo de fuera porque poner el foco dentro de nosotros mismos es un proceso doloroso y se tiene mucho miedo a sufrir, aunque en este caso sea sanador.
Como dice Johann Hari, lo opuesto a la adicción no es sobriedad, es conexión.
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