13/02/2025
Testimonio de una persona con retinosis pigmentaria
Cuando la vista se cierra, la vida se abre a nuevas experiencias
Desde que me diagnosticaron retinosis pigmentaria, mi mundo se ha ido cerrando poco a poco. Al principio, fue difícil aceptar que mi visión se deterioraría progresivamente. La idea de perder la vista me aterraba.
Sin embargo, con el tiempo, he aprendido a adaptarme a mi nueva realidad. He descubierto que, aunque mi vista se cierre, mi vida no tiene por qué cerrarse también.
Es cierto que echo de menos muchas cosas. Echo de menos ver las caras de mis seres queridos, los colores del atardecer, los detalles de un paisaje... Pero también he descubierto nuevas formas de experimentar el mundo.
He aprendido a apreciar los sonidos, los olores, el tacto. He aprendido a escuchar con más atención, a sentir con más intensidad, a saborear cada momento.
Además, he descubierto que tengo una fortaleza interior que no sabía que existía. La retinosis pigmentaria me ha obligado a superar obstáculos, a buscar soluciones creativas, a no rendirme ante la adversidad.
Y lo más importante, he aprendido a valorar lo que realmente importa en la vida. He aprendido a valorar el amor de mi familia y amigos, la belleza de la naturaleza, la alegría de un buen libro...
Por lo tanto, aunque mi vista se cierre, no me rindo. Sigo explorando el mundo, aprendiendo cosas nuevas, conociendo gente interesante. Sigo viviendo plenamente, a mi manera.
Siempre que se pierde la visión, siempre encontraremos algo positivo.
Aunque la retinosis pigmentaria me haya arrebatado parte de mi visión, también me ha regalado otras cosas. Me ha regalado una mayor sensibilidad, una mayor empatía, una mayor capacidad de adaptación.
Me ha enseñado a ser más paciente, a ser más comprensivo, a ser más agradecido. Me ha enseñado a vivir el presente, a disfrutar de cada instante, a no dar nada por sentado.
Y es que, incluso en lo más negativo, siempre hay algo positivo que podemos encontrar. Puede ser una lección aprendida, una nueva perspectiva, una fortaleza interior descubierta...
Por ejemplo, la retinosis pigmentaria me ha obligado a desarrollar otros sentidos, como el oído y el tacto. Me ha hecho más consciente de la importancia de las relaciones humanas y de los pequeños detalles de la vida.
También me ha dado la oportunidad de conocer a otras personas que están pasando por situaciones similares y de crear una comunidad de apoyo mutuo.
Por lo tanto, incluso cuando la vista se cierra y me enfrento a nuevos desafíos, no me desanimo. Busco siempre el lado positivo de las cosas, aprendo de mis experiencias y sigo adelante con esperanza.
Algunas ideas para abrirte a nuevas experiencias:
Aprende a leer braille: El braille es una herramienta fundamental para las personas con discapacidad visual. Aprender braille te abrirá un mundo de posibilidades.
Utiliza tecnologías de apoyo: Existen muchas tecnologías que pueden facilitar la vida de las personas con discapacidad visual, como lectores de pantalla, aplicaciones de reconocimiento de voz, etc.
Participa en actividades para personas con discapacidad visual: Hay muchas organizaciones que ofrecen actividades para personas con discapacidad visual, como talleres, excursiones, eventos deportivos, etc.
Conoce a otras personas con discapacidad visual: Compartir experiencias con otras personas que están pasando por situaciones similares puede ser muy enriquecedor. tengas miedo de pedir ayuda: Si necesitas ayuda, no dudes en pedirla. Hay muchas personas dispuestas a ayudarte.
Recuerda que la vida es un regalo y que cada día es una oportunidad para aprender, crecer y disfrutar. No dejes que la retinosis pigmentaria te impida vivir plenamente.
FRANCISCO JAVIER HERNÁNDEZ