
14/04/2022
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REALIDADES.
Explícale a tu hija que no eres una madre controladora por cuidarla tanto; sino que este país lo hemos convertido en una mi**da y por eso cada vez hay menos sitios seguros.
Explícale a tu hija que no eres un padre exagerado; sino que hay muchos otros padres que tuvieron hijos por deporte y hoy son una basura de personas convertidos en cobardes feminicidas.
Explícale a tu hija que no eres una madre tóxica por insistir en alejarla de esas amistades nefastas que ella defiende a capa y espada, sino que la experiencia de vida te ha hecho distinguir a las personas capaces de solo traerle problemas.
Explícale a tu hija que no eres una madre pesimista; que lamentablemente las estadísticas justifican tus miedos e insomnios cada que decide salir sola a la calle, y peor aun, en altas horas de la noche.
Explícale a tu hija que no eres un padre chapado a la antigua, por sugerirle que cuide su vestimenta sin exponerse, sino que estamos rodeados de gente basura, que no respeta las libertades de la mujer, y que mientras esa porquería no se acabe, es difícil que podamos cuidar todos sus derechos.
Explícale a tu hija que no eres una madre fatalista, sino que lamentablemente, la impunidad de México y los jueces podridos, fomentan la cobardía y violencia de los feminicidas.
Explícale a tu hija que no intentas vivir su vida ni elegirle a sus parejas, sino que es imposible que te quedes de brazos cruzados viendo cómo el im***il que se consiguió de novio, le grita y le prohibe cosas y se va convirtiendo en un celoso psicópata.
Explícale a tu hija que la amas más que nada en el mundo y que juntos tenemos que trabajar en cambiar esta mi**da de sociedad, pero que mientras eso ocurre, es muy, muy, muy importante que se cuide y te deje cuidarla.
Detrás de cada feminicida, hay una basura de dinámica familiar que se fue cultivando por muchos años hasta convertirlo en una bestia cobarde sin alma ni esperanza.
Sumemos oraciones para que vuelva cada una con bien a casa, pero trabajemos al mismo tiempo en reeducarnos y en exigir mejores jueces, mejores policías y en ser mejores padres de familia, para dejar de traer al mundo hijos por deporte.