26/11/2025
¿Cómo afecta alterar el ciclo del sueño?
En resumen
Un sueño de mala calidad no solo causa cansancio, sino que afecta el funcionamiento integral del cuerpo, favoreciendo enfermedades metabólicas, cardiovasculares, digestivas y emocionales. Dormir bien es un pilar fundamental de la salud, al mismo nivel que una buena alimentación y la actividad física.
Dormir no solo sirve para “descansar”; durante el sueño el cuerpo entra en un proceso de reparación, regulación y equilibrio hormonal. Cuando el ciclo del sueño se altera (dormir poco, dormir muy tarde o tener sueño fragmentado), los órganos comienzan a funcionar de manera desorganizada, generando múltiples consecuencias.
Cerebro:
La falta de sueño afecta la memoria, la concentración y la capacidad de tomar decisiones. También aumenta el riesgo de ansiedad, depresión y cambios de humor, ya que se altera la producción de serotonina y dopamina.
Corazón y sistema cardiovascular:
Dormir mal eleva los niveles de cortisol (hormona del estrés), lo que incrementa la presión arterial, favorece la inflamación y aumenta el riesgo de hipertensión, infartos y arritmias.
Páncreas y metabolismo:
El sueño irregular interfiere con la acción de la insulina, favoreciendo la resistencia a esta hormona y aumentando el riesgo de diabetes tipo 2. También estimula el aumento de peso al alterar las hormonas del apetito (ghrelina y leptina).
Hígado:
Durante la noche el hígado depura toxinas y regula el metabolismo de grasas y azúcares. Dormir mal sobrecarga su función, favoreciendo hígado graso y alteraciones metabólicas.
Sistema digestivo:
La alteración del sueño modifica el ritmo intestinal, pudiendo causar gastritis, reflujo, estreñimiento o colon irritable, debido a un desajuste en la motilidad y secreciones digestivas.
Sistema inmunológico:
El descanso deficiente debilita las defensas, haciendo al cuerpo más vulnerable a infecciones, retrasando la cicatrización y aumentando procesos inflamatorios crónicos