19/03/2025
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"Me estoy dando permiso de ir a mi propio ritmo, ya no quiero apurar nada, me agotaron las comparaciones, mi mundo interior es sagrado.
Me estoy dando permiso de tener relaciones sanas, verdaderas, donde todo sea mutuo, ya no quiero exigirme y ni exigir.
Me estoy dando permiso de dejar de sostener lo insostenible, de respetar lo que mi cuerpo experimenta y aceptar.
Me estoy dando permiso de tomar decisiones, aunque a veces cueste, porque por algún tiempo mis elecciones dependieron de cómo el otro reaccionaría ante ellas, entregándoles mi poder personal.
Me estoy dando permiso de ser yo misma, y por momentos me sorprende, me siento más liviana, con paz.
Me estoy dando permiso de expresar mis emociones, llorar si lo necesito, ver mi parte oscura y abrazarla con amor.
Me estoy dando permiso de seguir descubriendo mi sótano, ese lugar que está lleno de lo que por mucho tiempo no quise ver o me incomodaba.
Me estoy dando permiso de decir 'no', ésta vez sin culpas; de poner límites, de tener el pelo despeinado de vez en cuando, de mostrarme vulnerable, de saber que no puedo con todo y que eso está bien.
Me estoy dando permiso de merecer lo que sueño, de avanzar por este camino en el que mis piernas hoy más que nunca caminan con firmeza.
Y si me equivoco, aprendo. Y si no sé qué hacer, respiro. Y si las tormentas de la vida me empapan, cierro los ojos y espero. Y si no tengo las respuestas, confío. No es fácil darnos el permiso, pero tal vez sea más simple de lo que pensamos, cuando finalmente nos arriesgamos a intentarlo".
Texto: Eugenia Scannone Cerini
