22/09/2024
Además de la dichosa banda amniótica, en la semana 33 comencé a tener contracciones, por lo que me dieron medicamento para inhibirlas y reposo "absoluto" y lo pongo entre comillas porque quienes ya tienen más de un hijo, saben que eso es imposible. Pero tuve que hacer algunos cambios para salvaguardar mi salud y la de mi bebé. Y gracias a Dios llegamos a la semana 37 para que mi hija por fin estuviera en mis brazos.
Al nacer parecía ir todo bien, pensé que me había librado de la depresión postparto, ya que al haber presentado en mi primer embarazo, aumenta la probabilidad en los subsecuentes, pero no fue así. Solo que en esta ocasión me costó trabajo darme cuenta. Al tener otro hijo, no tenía tiempo de estar deprimida, no podía quedarme en cama, dormir o llorar, porque hacía 2 personitas que dependían de mí, pero a los 3 meses aproximadamente, comencé a sentirme muy cansada, muy irritable, dormía pero no descansaba, todo me hacía enojar, perdía el control, se me caía mucho el cabello, me dolía todo el cuerpo, me contracture.. y pensé que algo andaba mal, me hicieron estudios y todo bien, resultó ser ansiedad y depresión postparto. En esta ocasión, la depresión se manifestó con enojo e irritabilidad principalmente.
Esto nos recuerda que la depresión no es solo estar triste, llorar o no querer salir o hacer nada, la depresión tiene muchas manifestaciones y hay que estar muy alerta, ya que, no necesariamente se presenta al momento del nacimiento, puede ocurrir al pasar algunos meses...