
29/06/2025
ESPOLÓN CALCÁNEO: EL DOLOR EN EL TALÓN QUE NO SIEMPRE ES POR UN MAL ZAPATO.
🔴Comienza como una molestia leve al apoyar el pie. Un dolor punzante en el talón que aparece al dar los primeros pasos del día, como si pisaras una piedra invisible cada mañana. Luego se va, vuelve a mitad de la jornada, empeora con el esfuerzo y te obliga a cambiar la forma de caminar, a evitar escaleras, a frenar actividades simples como correr o estar mucho tiempo de pie. Y muchos te dirán que es el calzado, que es el sobrepeso, que es normal. Pero no lo es. Porque cuando el dolor persiste, muchas veces no está en el zapato… sino dentro del hueso. Y lleva nombre: espolón calcáneo.
🔴El espolón calcáneo es una pequeña prolongación ósea que se forma en el hueso del talón, justo donde se insertan los tejidos que soportan el arco del pie, como la fascia plantar. No es un hueso nuevo, sino una calcificación provocada por el estrés constante sobre esa zona. Cuando el pie sufre una tracción repetida —por mala pisada, esfuerzo excesivo, mala alineación o inflamación crónica— el cuerpo intenta “defenderse” depositando calcio, y con el tiempo, ese exceso se convierte en un espolón: una especie de aguja que crece hacia la planta del pie y que con cada paso… punza.
🔴No todos los espolones causan dolor. De hecho, muchos se descubren por casualidad en una radiografía. Pero cuando hay dolor, generalmente se debe a la inflamación de los tejidos que lo rodean, en especial la fascia plantar, generando una condición llamada fascitis plantar, que es la verdadera causante del dolor agudo al apoyar el talón. En este punto, el espolón ya no es solo una imagen ósea: es una molestia constante que puede limitar el movimiento, alterar la marcha y afectar profundamente la calidad de vida.
🔴Las causas son múltiples: uso prolongado de calzado inadecuado, pie plano o cavo, sobrepeso, deportes de impacto, largas jornadas de pie o incluso el envejecimiento natural del tejido. Pero lo que todos tienen en común es la sobrecarga. El pie no descansa. Y cuando eso ocurre, el cuerpo reacciona… formando hueso donde no debería haberlo.
🔴El diagnóstico se confirma con una radiografía del pie, que muestra la espícula ósea saliendo del calcáneo. El tratamiento no suele requerir cirugía, al menos no en un inicio. Lo más efectivo es un enfoque conservador: reposo, estiramientos, fisioterapia, plantillas ortopédicas personalizadas, aplicación de hielo, antiinflamatorios y en algunos casos, infiltraciones con corticoides para calmar la inflamación. Solo cuando el dolor es persistente y discapacitante, se evalúa una intervención quirúrgica para retirar el espolón.
🔴Y por eso importa tanto no subestimar ese dolor al apoyar el pie. Porque no es solo cansancio. No es solo el zapato. Es una señal de que la estructura que sostiene tu cuerpo está pidiendo alivio. De que cada paso duele porque hay algo más profundo, más rígido, más punzante… que está creciendo donde no debe.
🔴El espolón calcáneo no aparece de la noche a la mañana. Se forma con el tiempo, con cada paso mal dado, con cada esfuerzo ignorado. Pero cuando se hace presente, no quiere solo callarse con analgésicos. Quiere ser atendido, reeducado, descargado. Porque a veces el mayor peso no está en lo que cargas… sino en cómo lo cargas. Y tu pie, silenciosamente, lleva años recordándotelo. Paso a paso. Dolor tras dolor. Hasta que decides escucharlo.
Dra. Alma Dely Barrera Hernández
Geriatra