Martires Cristeros A. C.

Martires Cristeros A. C. Yahualica

Visita de las Reliquias de los Santos y Beatos Mártires Cristeros Mexicanos a la Parroquia de San José en San Miguel el ...
14/06/2024

Visita de las Reliquias de los Santos y Beatos Mártires Cristeros Mexicanos a la Parroquia de San José en San Miguel el Alto con motivo de la Jornada de la Santidad

Visita del relicario de los Santos y Beatos Mártires Cristeros a San Miguel el Alto Parroquia de la Sagrada Familia con ...
09/06/2024

Visita del relicario de los Santos y Beatos Mártires Cristeros a San Miguel el Alto Parroquia de la Sagrada Familia con motivo de la Jornada Diosesasa de los Santos.

Visita de las Reliquias de los Santos y Beatos Martires Cristeros Mexicanos a la Parroquia de San Fransisco de Asis en T...
07/06/2024

Visita de las Reliquias de los Santos y Beatos Martires Cristeros Mexicanos a la Parroquia de San Fransisco de Asis en Tepatitlan de Morelos Jalisco. Con motivo de la Ordenación Sacerdotal de Rafael

𝐒𝐢𝐞𝐫𝐯𝐨 𝐝𝐞 𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐅𝐫𝐚𝐲 𝐉𝐨𝐬𝐞́ 𝐏𝐞́𝐫𝐞𝐳 𝐑𝐨𝐣𝐚𝐬, 𝐬𝐚𝐜𝐞𝐫𝐝𝐨𝐭𝐞 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐚𝐧𝐨 𝐦𝐚́𝐫𝐭𝐢𝐫.Al ser hoy el aniversario de su martirio y a petic...
02/06/2024

𝐒𝐢𝐞𝐫𝐯𝐨 𝐝𝐞 𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐅𝐫𝐚𝐲 𝐉𝐨𝐬𝐞́ 𝐏𝐞́𝐫𝐞𝐳 𝐑𝐨𝐣𝐚𝐬, 𝐬𝐚𝐜𝐞𝐫𝐝𝐨𝐭𝐞 𝐟𝐫𝐚𝐧𝐜𝐢𝐬𝐜𝐚𝐧𝐨 𝐦𝐚́𝐫𝐭𝐢𝐫.

Al ser hoy el aniversario de su martirio y a petición de un querido amigo mío mexicano, muy comprometido con su Causa, quiero hoy, aunque sea de manera muy sencilla, dar algunas pinceladas sobre la vida de un franciscano mártir mexicano. Este glorioso mártir de Cristo Rey nació el 29 de diciembre en 1890, en el municipio de Coroneo, Guanajuato, donde fue bautizado con el nombre de David.

En el año 1904 ingresó en el Pío Colegio Mariano, que la provincia franciscana de los Santos Pedro y Pablo de Michoacán, atendía en el convento Grande de San Francisco de Querétaro. Vistió el hábito franciscano el 7 de febrero del 1908 con el nombre de Fray José e hizo sus votos en 1909; fue ordenado sacerdote el sábado 14 de junio de 1919, celebrando su primera Misa Solemne al día siguiente en el templo de la misión de Santa Bárbara: no en su patria ni entre sus familiares como es costumbre.

A su regreso a México celebró una Misa Solemne en la Parroquia de San Miguel Arcángel de Jerécuaro, el 6 de enero de 1920.

Durante la sangrienta persecución callista pudo huir al extranjero, pero prefirió quedarse en México y realizar una intensa labor ministerial, celebrando misas, administrando los sacramentos y atendiendo a todas aquellas personas que necesitaban de él.

Fue apresado el 31 de mayo de 1928, en compañía del Siervo de Dios don Isidoro Tirado; atado y forzado a caminar a pie los treinta y cinco kilómetros que separa a Cañada de Tirados (Tarimoro, Guanajuato) de Salvatierra. A las 5.30 de la mañana del día 2 de junio de 1928 recibió la palma del martirio siendo fusilado por los soldados callistas frente al poblado de La Noria, Guanajuato.

Pasados diez años, el 2 de junio de 1938, sus venerados restos fueron exhumados y colocados en una capilla del Templo de San Francisco de Salvatierra.

Su Causa de beatificación está en fase diocesana. Con esta publicación, no solo se pretende darlo a conocer, sino promover entre los fieles mexicanos el que recurran a su intercesión a fin de acelerar la Causa de este mártir franciscano.

𝐈𝐍𝐕𝐈𝐓𝐎 𝐀 𝐐𝐔𝐈𝐄𝐍𝐄𝐒 𝐋𝐄𝐀𝐍 𝐄𝐒𝐓𝐄 𝐀𝐑𝐓𝐈́𝐂𝐔𝐋𝐎 𝐄𝐍 𝐔𝐍 𝐆𝐑𝐔𝐏𝐎, 𝐕𝐈𝐒𝐈𝐓𝐄𝐍 𝐌𝐈 𝐏𝐄𝐑𝐅𝐈𝐋

MIGUEL GÓMEZ LOZAVIDA MATRIMONIALYa próximo a finalizar 1922, siguiendo los pasos de su muy estimado amigo Anacleto, con...
07/03/2024

MIGUEL GÓMEZ LOZA

VIDA MATRIMONIAL

Ya próximo a finalizar 1922, siguiendo los pasos de su muy estimado amigo Anacleto, contrajo nupcias, en el oratorio de la A.C.J.M. con su primer y única novia, Mª Guadalupe Sánchez Barragán, hija de un respetable contador, Celestino Sánchez, y de su esposa la señora Sara Barragán. Celebró la misa el padre Elías Gómez Loza y asistió canónicamente a los contrayentes su director espiri¬tual, el padre Vicente Mª Camacho.

A propósito de su enlace conyugal, se debe mencionar que quienes han escrito acerca de él, señalan con insistencia la limpieza de su corazón. Vivió la virtud de la pureza sin transigir ni de palabra ni de obra en algún acto que pudiera reportarle mancha a su conciencia.

Los nuevos esposos determinaron radicarse en una población de Los Altos de Jalisco, Arandas, donde Gómez Loza montó su despacho como abogado.

Celebración eucarística en el Templo de San Tranquilino Ubiarco, viernes 4 de agosto de 2023.
05/08/2023

Celebración eucarística en el Templo de San Tranquilino Ubiarco, viernes 4 de agosto de 2023.

Recorrido con las reliquias de San Tranquilino Ubiarco, viernes 4 de agosto de 2023.
05/08/2023

Recorrido con las reliquias de San Tranquilino Ubiarco, viernes 4 de agosto de 2023.

Imagen histórica, en vísperas de cumplir 100 años de la ordenación sacerdotal de San Tranquilino Ubiarco; y a unas cuant...
05/08/2023

Imagen histórica, en vísperas de cumplir 100 años de la ordenación sacerdotal de San Tranquilino Ubiarco; y a unas cuantas horas de la dedicación de su templo.

Sus restos llegaron el día 04 de agosto del 2023 aproximadamente 8:06 de la noche por la puerta lateral oriente, cargada en manos del Pbro. Gabriel González y Pbro. José Sergio Aceves entre cantos y aplausos, después de venir en procesión llena de fervor meditando la Palabra de Dios junto con la narración de su martirio.

XXIII ANIVERSARIO DE LA CANONIZACIÓN DE 27 SANTOS MEXICANOS EN EL VATICANO (21 de mayo del 2000).En el día en que celebr...
21/05/2023

XXIII ANIVERSARIO DE LA CANONIZACIÓN DE 27 SANTOS MEXICANOS EN EL VATICANO (21 de mayo del 2000).

En el día en que celebramos la memoria litúrgica de los santos Cristóbal Magallanes y compañeros mártires, recordamos también que fueron canonizados por san Juan Pablo II un día como hoy, pero del año 2000, junto con san José María de Yermo y Parres y santa María de Jesús Sacramentado Venegas.

El marco de hace veinte años era la peregrinación de los mexicanos a Roma, con ocasión del Gran Jubileo del año 2000. San Juan Pablo II dijo en aquella ocasión:

"La Iglesia en México se regocija al contar con estos intercesores en el cielo, modelos de caridad suprema siguiendo las huellas de Jesucristo. Todos ellos entregaron su vida a Dios y a los hermanos, por la vía del martirio o por el camino de la ofrenda generosa al servicio de los necesitados. La firmeza de su fe y esperanza les sostuvo en las diversas pruebas a las que fueron sometidos. Son un precioso legado, fruto de la fe arraigada en tierras mexicanas, la cual, en los albores del Tercer milenio del cristianismo, ha de ser mantenida y revitalizada para que sigáis siendo fieles a Cristo y a su Iglesia como lo habéis sido en el pasado".

Celebrar este aniversario nos tiene que recordar, pues, la gran predilección de Dios sobre el pueblo mexicano, que sufre y es golpeado por las diabólicas fuerzas de maligno, manifestadas en la cultura de muerte que se respira por los rincones del país. Como dijo el papa Francisco, somos un pueblo odiado por el demonio, ya que aquí se manifestó Santa María de Guadalupe y nuestra tierra se regó con la sangre y la caridad fecunda de tantos testigos de Jesús. Que sus vidas, transformadas en Cristo, sean para nosotros modelo cercano e imitable, para sanar las heridas y reconstruirnos en la justicia y el perdón. Y que su intercesión nos ayude en estos tiempos violentos y de pandemia.

“Será preciso que la vida de los católicos se rejuvenezca… el precio de la victoria es la organización y la unidad.” Ana...
03/11/2022

“Será preciso que la vida de los católicos se rejuvenezca… el precio de la victoria es la organización y la unidad.” Anacleto González Flores, patrono de los laicos en México.

José Reyes Vega fue un presbítero mexicano que participó en la Guerra Cristera en carácter de general, llegando a ser un...
30/08/2022

José Reyes Vega fue un presbítero mexicano que participó en la Guerra Cristera en carácter de general, llegando a ser uno de los más renombrados. Se lo conocía como «el Padre Vega».

Fue el más célebre de los sacerdotes armados, apodado "el Pancho Villa de sotana", por su carácter exaltado e impulsivo.

Nacido en Teocaltiche, Jalisco, el 27 de febrero de 1859, fue ordenado presbítero por su obispo, Don Pedro Loza y Pardav...
21/04/2022

Nacido en Teocaltiche, Jalisco, el 27 de febrero de 1859, fue ordenado presbítero por su obispo, Don Pedro Loza y Pardavé, el 30 de noviembre de 1890, tras lo cual, le fueron conferidos varios nombramientos hasta que el 4 de enero de 1914 llegó al que sería su último destino, Nochistlán, Zacatecas.

Prudente y ponderado en su ministerio, fue nombrado Vicario Episcopal foráneo para las parroquias de Nochistlán, Apulco y Tlachichila.

Quienes lo conocieron, lo recuerdan fervoroso; rezaba el oficio divino con particular recogimiento; todas las mañanas, antes de celebrar la Eucaristía, se recogía en oración mental. Atendía con prontitud y de buena manera a los enfermos y moribundos, predicaba con el ejemplo y con la palabra. Evitaba la ostentación; vivía pobre y ayudaba a los pobres. Su vida y su conducta fueron intachables y la obediencia a sus superiores constante. Edificó en su parroquia un templo a Señor San José y algunas capillas en los ranchos; fundó la asociación Hijas de María y la cofradía Adoración Nocturna del Santísimo Sacramento.

En agosto de 1926, viéndose como todos los sacerdotes de su época, en la disyuntiva de abandonar su parroquia o permanecer en ella aún con la persecución religiosa, el anciano párroco de Nochistlán se decidió por la segunda, ejerciendo su ministerio en domicilios particulares y no pasó un año cuando tuvo que abandonar su domicilio, siendo desde entonces su vida, un constante andar de la «Ceca a la Meca».

La víspera de su captura, el 18 de abril de 1927, comía en la ranchería Veladores; una de las comensales, María Guadalupe Barrón, exclamó: ¡Ojalá no vayan a dar con nosotros! Sin titubeos, el párroco dijo: ¡Qué dicha sería ser mártir!, ¡dar mi sangre por la parroquia!.

Un nutrido contingente del ejército federal, a las órdenes del Coronel Jesús Jaime Quiñones, ocupaban la cabecera municipal, Nochistlán, cuando un vecino de Veladores, Tiburcio Angulo, pidió una entrevista con el jefe de los soldados para denunciar la presencia del párroco en aquel lugar.

El coronel dispuso de inmediato una tropa con 300 militares para capturar al indefenso clérigo. Después de la media noche del 19 de abril; sitiada la modesta vivienda donde se ocultaba, el señor cura fue arrancado del lecho, y sin más, descalzo y en ropa interior, a sus casi setenta años, maniatado, fue forzado a recorrer al paso de las cabalgaduras la distancia que separaba Veladores de Yahualica.

Al llegar a río Ancho, uno de los soldados, compadecido, le cedió su cabalgadura, gesto que le valió injurias y abucheos de sus compañeros. El Padre Adame estuvo preso, sin comer ni beber, sesenta horas. Durante el día era atado a una columna de los portales de la plaza, con un soldado de guardia y durante la noche era recluido en el cuartel; conforme pasaban las horas, su salud se deterioraba.

A petición del párroco, Francisco González, Jesús Aguirre, y Francisco González Gallo, gestionaron su libertad ante el coronel Quiñones, quien, luego de escucharlos, les dijo: Tengo órdenes de fusilar a todos los sacerdotes, pero si me dan seis mil pesos en oro, a éste le perdono la vida.

Con el dinero en sus manos, el coronel quiso fusilar a quienes aportaron la cantidad, pero intervinieron Felipe y Gregorio González Gallo, para garantizar que el pueblo no sufriera represalias. El azoro y el terror impuesto por los militares y la inutilidad de las gestiones cancelaron las esperanzas de obtener la libertad del párroco.

La noche del 21 de abril un piquete de soldados condujo al reo del cuartel al cementerio municipal. Muchas personas siguieron al grupo llorando y exigiendo la libertad del eclesiástico. Junto a una fosa recién excavada, el sacerdote rechazó que le vendaran los ojos, sólo pidió que no le dispararan en el rostro; sin embargo antes de fusilarlo uno de los soldados, Antonio Carrillo Torres, se negó repetidas veces a obedecer la orden de preparen armas, por lo que se le despojó de su uniforme militar y fue colocado junto al señor cura. Se dio la orden ¡apunten!, enseguida la voz ¡fuego!; el impacto de las balas derrumbó al Padre Adame y, acto continuo, a Antonio Carrillo. Quince minutos después, cuatro vecinos colocaron el cadáver del mártir en un mal ataúd, y lo sepultaron en la fosa inmediata al lugar de la ejecución, donde yacía el soldado Carrillo.

Años después, fueron exhumados los restos del sacerdote y trasladados a Nochistlán, Zacatecas, donde se veneran. El párroco de Yahualica, Don Ignacio Íñiguez, testigo de la exhumación, consignó que el corazón de la víctima se petrificó, y su Rosario estaba incrustado en él.

Fueron muchos los fieles que sufrieron el martirio por defender su fe, de entre ellos presentamos ahora a veinticinco que fueron proclamados santos de la Iglesia por Juan Pablo II.

El arzobispo de Guadalajara, José Francisco de Paula Ponciano de Jesús Orozco y Jiménez (1913-1936) vestido de campesino...
16/02/2022

El arzobispo de Guadalajara, José Francisco de Paula Ponciano de Jesús Orozco y Jiménez (1913-1936) vestido de campesino (al centro) en la barranca de Río Verde, en un rancho llamando Los Laureles, ubicado entre Yahualica y Tepatitlán Jalisco, fue uno de los lugares donde permaneció escondido tras la persecución religiosa, por tener un rol protagónico durante la guerra cristera.

11 de febreroSAN PEDRO DE JESÚS MALDONADOPresbítero y mártirPedro nació en Chihuahua, estado mexicano del mismo nombre, ...
11/02/2022

11 de febrero
SAN PEDRO DE JESÚS MALDONADO
Presbítero y mártir
Pedro nació en Chihuahua, estado mexicano del mismo nombre, el 15 de junio de 1892. A los 17 años ingresó en el seminario de su misma ciudad y, debido a la deficiente alimentación y a la supresión de las clases a causa del conflicto político de 1914, abandonó los estudios seminarísticos por un tiempo y se dedicó al aprendizaje de la música. Reemprendió luego los estudios institucionales, y el 25 de enero de 1918 fue ordenado en El Paso, Texas. Su primer nombramiento fue el de párroco de Santa Isabel, en el estado de Chihuahua.
Entre sus tareas sacerdotales destacan tres: la catequesis de los niños, la Adoración Nocturna (que estableció diaria en su parroquia) y las asociaciones marianas. Durante el trienio 1926-1929, cuando se recrudeció la persecución, continuó ejerciendo su ministerio sacerdotal, con serio peligro de su vida.
En 1931, volvió a endurecerse la persecución y se prohibieron los cultos en Chihuahua. En 1934 fue detenido don Pedro. En el proceso de canonización, declaraba un testigo:
Me contaba el padre que lo llevaron de noche por lugares fuera de la ciudad y lo bajaban del automóvil formándole cuadro de fusilamiento... Se lo llevaron a El Paso, Texas, USA. Y le dijeron: "Cuidadito con regresar a México. Ya sabes lo que te espera". Permaneció algunos días en El Paso, Texas, pero su corazón estaba en su parroquia y, no pudiendo soportar más, pidió reiteradamente a su prelado que le permitiera regresar, porque le consumía el pensar que sus feligreses se hallaban solos, y sus ovejas sin pastor. Por fin, temiendo por su vida, el señor obispo le permitió regresar».
Vuelto a México, se escondió en el poblado de Boquilla del Río, estado de Chihuahua. El Miércoles de Ceniza de 1937, en la casa que habitaba se presentó un grupo de hombres armados y alcoholizados, dispuestos a llevarse al sacerdote. Lo obligaron a caminar descalzo delante de los caballos hasta Santa Isabel, donde lo metieron en la Presidencia Municipal. El presidente municipal y los caciques lo golpearon a culatazos, le rompieron el cráneo y le hicieron saltar un ojo; lo dejaron en el piso, inconsciente y bañado en sangre. El martirio había comenzado.
Alguien esperaba que interviniera el gobernador a favor del párroco de Santa Isabel. Pero el gobernador se limitó a enviar una comisión de la policía secreta para que recogieran al herido. Lo echaron en una camioneta y lo llevaron al Hospital Civil de Chihuahua, adonde murió en la madrugada del día 11 de febrero.
El 22 de noviembre de 1992 era declarado beato por san Juan Pablo II, y el mismo papa lo canonizó el 21 de mayo del año 2000

San José Sánchez del Río, mártir de Cristo Rey.🩸🌿🩸🌿San José Sánchez del Río nació el 28 de marzo de 1913 en la ciudad me...
11/02/2022

San José Sánchez del Río, mártir de Cristo Rey.
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San José Sánchez del Río nació el 28 de marzo de 1913 en la ciudad mexicana de Sahuayo, en el estado de Michoacán. Fue el último de varios hermanos. Desde pequeño dio muestras de fervor religioso y compromiso con el catolicismo de su país, amenazado por el anticlericalismo. Como muchos chicos católicos de su edad se unió a las ACJM (Asociación católica de juventud mexicana).

En 1926, las leyes anticlericales del gobierno del presidente de México, Plutarco Elías Calles, obligaron a la Iglesia Católica a suspender el culto público en el país. En ese momento, José tenía apenas trece años y cinco meses.

Como respuesta a las disposiciones gubernamentales orientadas a restringir la libertad religiosa, laicos, presbíteros y religiosos decidieron levantarse en armas en defensa de la fe católica. A este grupo de valientes amantes de la fe se les denominó “cristeros”. José, a pesar de su corta edad, terminaría formando parte del grupo.

La orden del Presidente Calles fue acabar con el levantamiento e imponer a cualquier costo la denominada “Ley de tolerancia de cultos”. La violencia con la que arremetió el gobierno mexicano desató una guerra civil que no tardó en convertirse en un baño de sangre, siendo las milicias cristeras las que llevaron la peor parte.

A esta guerra se le conoce como la “Guerra Cristera” o “Cristiada”; y se estima que fueron 250 mil personas las que perdieron la vida a causa de este conflicto, entre los años 1926 y 1929.

Los hermanos de José decidieron unirse al grupo levantado en armas, pero dada la corta edad de José, su madre le prohibió que hiciese lo mismo. A pesar del intento por disuadirlo, la mujer solo logró sacar del pequeño las palabras que hoy lo identifican: "Mamá, nunca había sido tan fácil ganarse el cielo como ahora, y no quiero perder la ocasión".

“Joselito”, como también lo llamaban, se enlistó como soldado del general Prudencio Mendoza, jefe de la milicia cristera, con el deseo de contribuir a la defensa de la causa de Cristo y de su Iglesia.

El 6 de febrero de 1928 se produjo un duro combate entre los cristeros y el ejército mexicano. Tras la batalla, San José Sánchez del Río fue capturado en Cotija y lo llevaron a la parroquia de Sahuayo, donde lo encerraron. Fue allí donde José escribió la célebre carta de despedida a su madre. El día 10 lo sacaron rumbo a las instalaciones cercanas del ejercito federal para torturarlo. Ese sería su último día de vida. José tenía 14 años de edad. Sus verdugos, todos oficiales del gobierno del presidente Calles, le exigieron que reniegue de su fe; petición a la que el jovencito jamás accedió. Entonces le desollaron la planta de los pies y así lo condujeron descalzo hasta el lugar donde se hallaba la que sería su tumba. Mientras caminaba, José Luis rezaba y gritaba “¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!”.

Fue colgado de un árbol ubicado frente al hoyo en tierra donde luego tiraron su cuerpo. Mientras era sometido al ahorcamiento le daban de puñaladas. Finalmente, uno de los verdugos -al que llamaban ‘el Zamorano’- lo bajó y le preguntó qué mensaje quería que se le dé a sus padres. El niño respondió: “Que viva Cristo Rey, y que en el cielo nos veremos”. Oída la respuesta, el hombre le dio un tiro en la sien.

San José Sánchez del Río fue beatificado en la ciudad mexicana de Guadalajara, el 20 de noviembre de 2005 por el Cardenal José Saraiva Martins, y canonizado en Roma por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016 junto a otros seis beatos. Su sepulcro se encuentra en la Parroquia de Santiago Apóstol de la localidad Mexicana de Sahuayo, en el estado de Michoacán.

BEATO LUIS MAGAÑA SERVÍNNació en Arandas, Jalisco, el 24 de agosto de 1902. Fue un cristiano íntegro, esposo responsable...
09/02/2022

BEATO LUIS MAGAÑA SERVÍN

Nació en Arandas, Jalisco, el 24 de agosto de 1902. Fue un cristiano íntegro, esposo responsable y solícito; mantuvo sus convicciones cristianas sin negarlas, aun en tiempos de prueba y persecución. Fue miembro activo de la Asociación católica de la juventud mexicana y de la archicofradía de la Adoración nocturna del Santísimo Sacramento, en su parroquia.
Contrajo matrimonio con Elvira Camarena Méndez el día 6 de enero de 1926; tuvo dos hijos, Gilberto y María Luisa, que no conoció. El día 9 de febrero de 1928, un grupo de soldados del Ejército Federal, capitaneado por el general Miguel Zenón Martínez tomó la población de Arandas.
De inmediato dispuso fueran capturados los católicos que simpatizaran con la resistencia activa en contra del Gobierno; uno de ellos fue Luis. Cuando llegaron a su domicilio, no pudieron aprehenderlo por haberse ocultado debidamente; fue reemplazado por su hermano menor.
Al enterarse del acto, Luis se presentó ante el mismo general Martínez, solicitando la libertad de su hermano a cambio de la suya. Estas fueron sus palabras: "Yo nunca he sido rebelde cristero como ustedes me titulan, pero si de cristiano se me acusa, sí, lo soy, y si por eso debo ser ejecutado, bienvenido y en hora buena. ¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!". Sin mayores preámbulos, el militar decretó la muerte de Luis; momentos antes de ejecutarse la sentencia, en el atrio de la iglesia parroquial, Luis pidió la palabra: "Pelotón que me ha de ejecutar: quiero decirles que desde este momento quedan perdonados y les prometo que al llegar ante la presencia de Dios será por los primeros que pediré"; dicho lo cual, exclamó con voz potente: "¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!". Eran las tres de la tarde del 9 de febrero de 1928.

San Mateo Correa Magallanes, el mártir del secreto de la confesiónNació en Tepechitlán, Zac., el 23 de julio de 1866. Ca...
06/02/2022

San Mateo Correa Magallanes, el mártir del secreto de la confesión

Nació en Tepechitlán, Zac., el 23 de julio de 1866. Carente de recursos económicos, gracias a la generosidad de algunos bienhechores inició los estudios de primaria en Jerez, Zac., y los concluyó en Guadalajara, Jal., en 1879. Dejó la capital de Jalisco en enero de 1881 para ingresar al seminario conciliar de Zacatecas.

Ordenado presbítero el 20 de agosto de 1893, tuvo muchos destinos la Hacienda de Mezquíte; la Hacienda de Trujillo; la capellanía de San Miguel, en Valparaíso, Zac.; vicario cooperador de este mismo lugar y capellán de Mazapil, Zac. Párroco en Concepción del Oro, Zac., Colotlán, Jal Noria de los Angeles, Zac., Huejúcar, Jal., Guadalupe, Zac., Tlaltenango, Zac. En 1923 regresó a Colotlán donde además fue vicerrector del seminario conciliar.

Entre su trabajo ministerial le dio la primera comunión al también mártir el Beato Miguel Agustín Pro Juarez de la Compañía de Jesús.

Párroco insigne, se entregó con entusiasmo a su ministerio. Notable predicador, sus palabras movieron a muchos a la reconciliación; a su entusiasmo se debe el crecimiento progresivo de comités de la A.C.J.M. en aquella región.

Abrumado por el trabajo y necesitado de un refugio, en diciembre de 1926 aceptó hospedarse en una casa de campo. El 30 de enero siguiente, una partida de soldados del ejército federal, a las órdenes del mayor José Contreras, atendiendo la denuncia de José Encarnación Salas, arrestaron al párroco. Conducido a Fresnillo, Zac., se le recluyó en la inspección de policía, y, posteriormente, en la cárcel municipal. Cuatro días después, fue remitido a Durango.

El 5 de febrero fue internado en la sede del seminario conciliar, convertida en jefatura militar. Horas más tarde compareció ante el general Eulogio Ortiz, quien, sin más, le ordenó: Primera va usted a confesar a esos bandidos rebeldes que ve allí, y que van a ser fusilados; después ya veremos qué hacemos con usted. El párroco aceptó de buen grado asistir a los condenados, a quienes alentó a bien morir. Cumplida su misión, el general Ortiz le dijo: Ahora va usted a decirme lo que esos bandidos le han dicho en confesión. -Jamas lo haré, fue la respuesta. ¿Como que jamas?. Voy a mandar que lo fusilen inmediatamente. -Puede hacerlo, pero no ignora usted, general, que un sacerdote debe guardar el secreto de la confesión. Estoy dispuesto a morir.

La madrugada del día siguiente, 6 de febrero, un grupo de soldados lo trasladó al panteón oriente. Antes de llegar, en un paraje solitario y cubierto de hierba, le quitaron la vida y abandonaron el cadáver, el cual permaneció insepulto tres días. Hoy sus reliquias se conservan en la Catedral de Durango.

SAN JESÚS MÉNDEZ MONTOYANació en Tarímbaro, Michoacán, el 10 de junio de 1880, hijo de Florentino Méndez y de María Corn...
05/02/2022

SAN JESÚS MÉNDEZ MONTOYA

Nació en Tarímbaro, Michoacán, el 10 de junio de 1880, hijo de Florentino Méndez y de María Cornelia Montoya. Fue bautizado en la iglesia parroquial del lugar el 12 del mismo mes y recibió el sacramento de la confirmación ahí mismo el 12 de septiembre de 1881. Creció en el ambiente sano de los pueblos. Sus estudios primarios los realizó en la escuela oficial. Ingresó al Seminario de Morelia a los 14 años de edad, dedicándose con tenacidad al estudio. Su familia era muy pobre y algunos vecinos de su pueblo natal le ayudaban con gusto a su sostenimiento, lo mismo que toda su familia, en cuanto podía.
El 23 de julio de 1905 recibió el diaconado y fue ordenado sacerdote el 3 de junio de 1906 por imposición de manos del señor arzobispo Atenógenes Silva. Cantó su Primera Misa en su pueblo natal el 22 de junio del mismo año.
Desempeñó su ministerio sacerdotal en las siguientes parroquias: San Juan Huetamo, Mich., como vicario cooperador, de 1906 a 1907, en donde sufrió un agotamiento nervioso que alarmó a sus familiares.
Una vez repuesto de eso, se le mandó a Pedernales, en donde permaneció de abril de 1907 a febrero de 1913, pero de nuevo los nervios lo volvieron a traicionar, por lo que el señor arzobispo lo envió a Valtierrilla, Guanajuato, para que mejorara de salud.
En todas partes trabajó mucho. Se distinguió también por su devoción a la Santísima Virgen a la que procuraba venerar y honrar de una manera especial en las fiestas marianas, que celebraba con la mayor solemnidad posible.
Fundó y atendió asociaciones parroquiales: Catecismo, Apostolado de la Oración, Vela Perpetua, Hijas del María, Obreros Guadalupanos. Objeto especial de su preocupación pastoral fue la atención a la escuela parroquial. Promovió obras sociales y fundó una cooperativa de consumo.
En Valtierrilla, como en muchas otras partes, durante la persecución callista, muchos sacerdotes se alejaron de sus parroquias para esconderse buscando siempre lugares más seguros, pero el Padre Méndez siguió al “pie del cañón” aunque ejerciendo su ministerio de manera oculta, celebrando su misa muy temprano y, asimismo, bautizaba y confesaba a esas horas.
También por las noches salía a bautizar a las casas. Durante el día se dedicaba a atender a los enfermos.
Agotados los recursos pacíficos y legales para que se derogasen las leyes persecutorias, en diversos lugares de la Patria comenzaron a tomarse las armas en acto de legítima defensa.
Algunos en Vatierrilla quisieron sumarse a los cristeros y fijaron como fecha para el levantamiento el 5 de febrero de 1928, pero fueron delatados y vinieron los soldados de Sarabia, poblado cercano, a sofocar el levantamiento. El Padre Méndez nada tuvo que ver con ese asunto ya que jamás empuñó las armas.
El día cinco señalado, estaba el Padre Méndez terminando de celebrar su misa en una dependencia de la notaria cuando se oyeron los primeros disparos de la fuerza federal, que venían entrando al pueblo en busca de los que se iban a levantar en armas.
El Padre Méndez ante el inminente peligro, tomó el copón con las Hostias consagradas y lo escondió bajo su zarape, con el cual se cobijaba cuando hacía frío. Sintió la necesidad de proteger mucho más al Santísimo y por lo mismo, trató de no hacerse visible.
Saltó por una ventana de la notaría que estaba al pie de la torre del templo. Los soldados, que se habían subido precisamente a lo alto del campanario para poder vigilar mejor los movimientos del pueblo, vieron que alguien abría la ventana tratando de escapar y avisaron a los de abajo, quienes hicieron salir al Padre Jesús.
Cuando vieron al padre, sin conocerlo, deben haber pensado que se trataba de algún cristero, creían que bajo la cobija llevaba alguna arma y le exigían que la entregara, a lo que respondió que no tenía arma.
Recibieron la orden de registrarlo, un soldado dio un jalón a la cobija descubriendo el copón que apretaba contra su pecho. Le hicieron la clásica pregunta: "¿Es usted Cura?" a lo cual respondió: "Sí soy Cura". Esto bastó para que lo aprehendieran.
El Padre Méndez les dijo: "A ustedes no les sirven las Hostias consagradas, dénmelas". Pidió a los soldados unos momentos para recogerse en oración, se puso de rodillas y comulgó. Dijeron después los soldados: "No queremos alhajas, deles esa joya a las viejas", refiriéndose a la hermana del padre, Luisa, y a la sirvienta de esta, María Concepción, que trataban de defender al sacerdote.
Les entregó el copón diciéndoles: "Cuídenlo y déjenme, es la voluntad de Dios", y dirigiéndose a los soldados: "Ahora haced de mí lo que queráis; estoy dispuesto".
Seis u ocho soldados lo llevaron al lugar del sacrificio, distante una media cuadra de la plaza. Lo sentaron en un tronco que había ahí, en medio de dos soldados. El capitán Muñiz intentó dispararle, pero la pi***la no funcionó. Ordenó entonces a los soldados que le dispararan. Tres veces lo hizo cada uno con su rifle, pero ninguno hizo blanco, sea porque no hayan querido o no hayan podido hacerlo.
Enfadado el capitán, ordenó al prisionero que se pusiera de pie, lo registró y le quitó el crucifijo y unas medallas que traía, lo colocó junto a unos magueyes y le disparó. El Padre Jesús cayó al suelo ya mu**to. Eran aproximadamente las siete de la mañana del día 5 de febrero de 1928.
Como a las tres de la tarde de ese mismo día 5, los restos del sacerdote mártir fueron llevados a Cortazar en una camioneta de redilas, propiedad del gobierno.
En ese lugar los soldados lo pusieron junto a la vía del tren, con el fin de que cuando este pasara lo destrozara, no sin antes hacer desfilar a todas las personas de Valtierrilla, Gto., que se habían llevado en calidad de detenidos.
Las mujeres de los oficiales, más sensatas y valientes, fueron a la vía del tren a quitar el cuerpo de ahí para llevarlo hacia un portalillo cercano. Acto seguido, los soldados cavaron una fosa en el machero de los caballos para enterrarlo, pero las soldaderas se opusieron, y como el señor Elías Torres les pidió el cuerpo para sepultarlo, se lo concedieron.
Un carpintero de Sarabia, Alberto Delgado, hizo el ataúd y fue velado el cuerpo en el portal de los Carmona y sepultado en Cortazar por Elías Torres.
Fue sacrificado por odio a la fe, él conocía los riesgos de su ministerio; sin embargo, jamás abandonó a su feligresía y en muchas ocasiones expresó su deseo de ser mártir.
Cinco años después, el Padre Segoviano, Vicario de Valtierrilla, junto con su feligresía, fueron a Cortazar y exhumaron los restos que fueron identificados por el señor Elías Torres; los familiares también los identificaron por un mechón blanco que tenía en el cabello y por la ropa que vestía. Además, el sitio de la sepultura era conocido por la gente del lugar. El Padre Segoviano depositó la urna con los restos en el piso del presbiterio de la iglesia parroquial de Valtierrilla, Guanajuato, donde permanecen hasta la fecha.
Fue Beato por S.S. el Papa Juan Pablo II en la ceremonia efectuada en la Basílica de San Pedro en Roma, Festividad de Cristo Rey, el día 22 de noviembre de 1992 y canonizado el 21 de mayo del Año Santo 2000, Jubileo de la Encarnación de Jesucristo.

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47300

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