05/09/2025
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Tenía 36 años y siempre fue de carácter alegre. Sin embargo, empezó a sufrir dolores fuertes durante sus periodos menstruales, tan intensos que la dejaban en cama. Al principio lo llamó “cólicos normales”, pero con el tiempo el dolor se volvió insoportable, incluso fuera de sus reglas.
Pasaron años hasta que decidió acudir al ginecólogo. Tras varios estudios, recibió un diagnóstico que le cambió la vida: endometriosis. Su propio tejido uterino crecía fuera del útero, afectando ovarios, trompas y otros órganos, provocando inflamación crónica y adherencias.
Hoy vive entre tratamientos hormonales y cirugías, luchando por preservar su fertilidad. Entre lágrimas confiesa:
“Me hicieron creer que el dolor era normal… y no hay nada más cruel que acostumbrar a una mujer a sufrir en silencio.”
El dolor menstrual incapacitante nunca es normal. Escucharlo a tiempo puede cambiarlo todo.
🔺Imagen proporcionada con fines netamente académicos.
