21/11/2021
LA FERIA MÁGICA
Cuando comienzan a caer las hojas de los árboles y el viento anuncia la llegada del otoño, la feria llega a la región de Tangolunda, y los pobladores se preparan para las celebraciones de fin de ciclo de cosechas. Tangolunda es una villa ubicada en las afueras de la ciudad, en una combinación de montañas, bosques, praderas, y mar, aquí las familias viven en total armonía, los niños pueden disfrutar de los juegos hasta altas horas de la noche, los papás disfrutan de la tranquilidad de las calles y el brillo de las estrellas. En este alegre y pacífico lugar, habitaban dos hermanos gemelos, Andrea y Aristeo, ellos conformaban junto con sus padres una vida normal como la de cualquier familia moderna; estos dos pequeños de 10 años solían ir a la feria desde que tienen uso de razón, que, para ser específicos, sus padres los llevaban en brazos. Una mañana, los dos niños se levantaron muy temprano, sus padres aún dormían, fue entonces que a los dos se les ocurrió ir a dar un vistazo a donde estaba la feria para ver como esta se instalaba. Cuando llegaron, se dieron cuenta de que esta no estaba, los dos se preocuparon mucho, y Andrea le dijo a Aristeo:
-¿Este año no vendrá la feria?-. -¡No lo sé!- Contestó Aristeo. Fue ahí cuando a Aristeo se le ocurrió sentarse a esperar, y Andrea sin negarse, se acomodó junto a él, y se dedicaron a esperar, pero el sueño los venció y se quedaron dormidos. Cuando los dos estaban muy dormidos, de repente salió un elfo y un duende; aquel par iba huyendo de un zorro que los perseguía, Andrea despertó de sopetón, despertó a su hermano, al ver que el pequeño par iban corriendo ellos también decidieron correr, -pero, ¿Por qué estamos corriendo? - Gritaron los dos. Cuando el zorro estaba a punto de alcanzarlos se abrió una gran compuerta y fue ahí que entraron a la feria. Todos se detuvieron al entrar a la feria. Los niños quedaron asombrados al saber que la feria estuvo ahí desde siempre; el duende llamado Leandro tuvo que confesar lo que estaba ocurriendo, les dijo a los niños que la feria que los ha visitado cada año en la misma fecha es una feria mágica, y que visitan a los pueblos que se dedican a la agricultura, funciona mágicamente con energía que den las cosechas que generan los pobladores cada año, pero que este año las cosechas fueron escasas lo que generó que la feria no tuviera la suficiente energía para estar activa todo el tiempo, así que decidieron guardar las reservas ocultándola cuando nadie asistiera y abrirla sólo cuando las personas visitaban la feria. Como fue la primera vez que sucedía eso, el elfo Gary les suplico que no se lo dijeron a nadie. Los niños afirmaron que no se lo dirían a nadie y decidieron ir a casa. Andrea y Aristeo como estaban llenos de inocencia, decidieron contarles a sus padres para que ayudaran que las cosechas del próximo año fueran más grandes, porque si no lo hacían de esta manera, la feria iba a desaparecer para siempre. Los padres sin saber lo que estaba ocurriendo pasaron desapercibidos de lo que estaban diciendo los niños e hicieron caso omiso de la advertencia. Los niños al ver que sus padres no les creyón quedaron decepcionados. Seis meses después al iniciar la temporada de lluvias, Andrea y Aristeo decidieron reunir a todos los niños de Tangolunda para que ayudaran a los adultos a sembrar la mayoría de semillas que se cosechaban en aquellas tierras tan fértiles. Así de esta manera todo el valle se llenó de plantas de maíz, sorgo, cebada, trigo, avena, zanahorias, cebollas, ejotes, papas, lechugas, uvas, jitomates, sandías, melones, etc., y cuando llegó la temporada de cosechar, lo que obtuvieron fue una cantidad muy grande que p***s alcanzaba albergar los graneros de cada familia. Entonces cuando llegó el día de que la feria iniciará funciones estaba ahí estaba presente como lo ha hecho por muchos años, los niños y las demás familias disfrutaron la feria como nunca lo habían hecho.
Y si, este cuento no tiene una triste historia o un final catastrófico, no habla de niños que sufrieron, no habla de niños que malos, ni de niños que han sido golpeados, porque así no debe de ser, los niños no deben de sufrir, los niños no deben de ser maltratados, los niños no deben de ser agredidos, los niños no deben de ser abandonados, los niños no deben ser violados, los niños no deben ser asesinados; los niños deben de ser eso, solamente niños, y por lo tanto los padres deben de estar ahí con ellos para que tengan un pleno desarrollo y una buena educación y de esta manera los niños no crecerán conociendo el mal; este cuento de que la inocencia de un niño puede salvar cualquier cosa y que si todos tuviéramos la inocencia de un niño, no existiera maldad en este mundo.
"Porque reivindicar los derechos y la diversidad de las infancias es obligación de todos!