06/09/2021
¿Sabías que los hongos no son plantas ni animales?
Ellos pertenecen a su propio reino llamado Fungí, fueron los primeros organismos en colonizar tierra firme, sucedio hace 1,300 millones de años antes de que lo lograran las plantas superiores, supieron conquistar un hábitat exento de oxígeno y contribuyeron a la grande tarea de hacerlo habitable para otros organismos menos adaptables.
Al carecer de clorofila no pueden realizar la fotosíntesis como las plantas, consumen materia orgánica para subsistir como los animales pero a diferencia de ellos no pueden ingerir el alimento sino que deben absorberlo, por esta razón se consideran los recicladores de la naturaleza.
Debajo del sombrero del hongo podemos observar unas láminas radiales que son las productoras de las esporas que luego diseminan el viento o los animales, esta parte visible del hongo llamada seta solo se fabrica tras un periodo de lluvias, pues tiene la suficiente humedad para crear estas estructuras hidráulicas que en su 90% son agua.
Se estima que existen cientos de miles de especies distintas, además del suelo, pueden vivir en los árboles, sobre las hojas de las plantas o en la superficie del agua, pero precisamente debajo del suelo esta una de las principales maravillas de estos misteriosos organismos, diminutos hongos que se entretejen a tráves de filamentos llamadas hifas y dan forma a una red asombrosa que es el micelio, que se extiende hasta formar organismos de dimensiones colosales: en las Blue Mountains de Oregón, en el noroeste de Estados Unidos, existe una finísima alfombra de micelio con un grosor unicelular, 965 hectáreas de extensión y más de 2,200 años perdurando, es considerada el organismo terrestre más grande que existe.
El Gran Micelio desarrolla funciones alimentarias, respiratorias y reproductivas, es capaz de seguir nuestras pisadas, de detectar cualquier movimiento o cambio químico para captar nuevos nutrientes, y de crear vastas tramas capaces de regenerarse a una velocidad increíble e incluso de interrelacionarse y comunicarse con plantas y árboles a través de sus raíces, de esta manera pueden protegerse y cuidarse entre sí conviviendo en armonia.
Cuando se tala un árbol del bosque, este micelio comunica al resto de los árboles, que uno de ellos está agonizando y todos los demás árboles a través de el, comienzan a cuidar del tronco para tratar de salvar su vida, lo alimentan, le dan agua, lo siguen nutriendo, lo protegen porque ese tronco moribundo es parte de su familia, un ejemplo real de solidaridad.
La próxima vez que vayas a un bosque brinda a los habitantes de este reino la debida consideración, porque debajo de tus pasos está sucediendo una de las maravillas más valiosas de la naturaleza.
AMP