29/05/2025
🔴🟡🟢 ¿Semáforos para los toques?
Hace unas semanas generó ruido mi postura sobre el famoso “semáforo del cuerpo” para hablar de toques con niñeces, sobre todo en edad preescolar. Les cuento lo que pienso que puede hacerse y no descarto que en contextos súper específicos y en situaciones concretas el semáforo podría ayudar.
📍Dividir el cuerpo en zonas verdes, amarillas y rojas (como si unas merecieran cuidado y otras no) refuerza la idea de que hay partes “públicas” y “privadas”, cuando en realidad todo el cuerpo de una niñez merece respeto.
💬 ¿Qué pasa si una aproximación “verde” me incomoda? ¿Y si una “roja” no me duele pero me confunde? ¿Y si me tocan con intenciones abusivas en un lugar “amarillo”?
Los colores no protegen, pero sí pueden generar culpa.
👂🏽 Porque si el mensaje es “tú debiste decir que no”, entonces cuando no pudieron hacerlo, ¿la responsabilidad es suya? Eso también es violencia y favorece el silencio porque las niñeces pueden asumir que debieron haberlo contado y si no lo contaron entonces se les reprenderá.
✊🏽 Hay formas más respetuosas de hablar de consentimiento y autocuidado sin adultocentrismo ni culpa:
➡️ Enseñar que cualquier parte de su cuerpo puede y debe ser protegida.
➡️ Nombrar el derecho a decir que no, por molestia, por duda o simplemente porque sí.
➡️ Hablarles con claridad: hay personas que pueden cruzar límites usando el chantaje, el
engaño, la obediencia o el cariño.
➡️ Decirles que a veces ni el cuerpo ni la mente logran identificarlo en el momento, y eso puede pasar.
➡️ Decirles que las personas que cobijan a veces no son parte de la familia y que pueden hablar del cómo la familia les vulnera.
❌ No es su responsabilidad evitar la violencia sexual. Tienen que desarrollar recursos protectores en un mundo que no les cuida.
💜 Es nuestra tarea desmontar la obediencia incuestionable que les enseñamos.
🌱 En vez de darles semáforos, démosles vínculos, confianza y espacio para nombrar lo que sienten.
👉🏽 Hablemos de secretos que es necesario contar, no de secretos “buenos” o “malos”.
👉🏽 De lugares seguros a donde acudir, no de partes prohibidas del cuerpo.
Porque la protección no se logra etiquetando partes,sino creyendo, escuchando y confiando en las niñeces.
Ingrid Guerrero
Sexóloga y psicoterapeuta feminista
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