28/06/2025
Una reflexión relacionado a la alimentación actual.
Qué son los xenobióticos y las hormonas alimentarias?
Xenobióticos
Los xenobióticos son compuestos químicos ajenos al organismo humano, que incluyen:
Pesticidas, herbicidas, fungicidas.
Ftalatos y bisfenoles (plásticos).
Antibióticos, colorantes, conservadores, saborizantes artificiales.
Metales pesados (plomo, mercurio, cadmio).
Dioxinas, PCBs, hidrocarburos policíclicos aromáticos (PAHs)
Estos compuestos entran en el cuerpo por vía oral, dérmica o inhalatoria, bioacumulan, alteran enzimas hepáticas (como el citocromo P450), generan radicales libres y pueden ser disruptores endocrinos.
Hormonas exógenas en la alimentación
Utilizadas en la industria cárnica y láctea para aumentar producción y peso animal. Las más comunes son:
Estrógenos (estradiol, etinilestradiol)
Andrógenos (testosterona, trenbolona)
Progesterona
Somatotropina bovina recombinante (rbGH)
Estas no están completamente inactivadas en la cocción y pueden generar efectos endocrinos incluso en dosis bajas.
Pasado – Presente – Futuro
Pasado (antes de 1950)
Agricultura tradicional, sin pesticidas industriales.
Cría de animales sin hormonas.
Enfermedades metabólicas raras (obesidad, diabetes tipo 2).
Menores tasas de cáncer infantil y de mama/próstata.
Presente (1950–actualidad)
Producción intensiva de alimentos.
Uso masivo de agroquímicos y hormonas.
Aumento de enfermedades crónicas: obesidad, diabetes tipo 2, infertilidad, pubertad precoz, cáncer hormonodependiente, disrupción tiroidea.
Acumulación de disruptores endocrinos en adipocitos, que impiden la pérdida de peso.
Ejemplo: El BPA (bisfenol A) usado en envases plásticos se asocia a resistencia a la insulina y obesidad.
Futuro
Tendencia hacia lo orgánico, sustentable, agroecológico y funcional.
Regulación más estricta de contaminantes.
Nutrición personalizada, epigenética nutricional.
Alimentos que reparan el microbioma intestinal.
Farmacovigilancia alimentaria y monitoreo del exposoma humano.
Impacto de los xenobióticos y hormonas en enfermedades
Sistema afectado Mecanismo de daño Enfermedades asociadas
Endocrino Disruptores hormonales Obesidad, DM2, SOP, infertilidad
Hepático Detoxificación insuficiente, citocromo P450 alterado Hígado graso no alcohólico, hepatotoxicidad
Inmunológico Activación crónica de citocinas proinflamatorias Enfermedades autoinmunes, alergias
Neurológico Neuroinflamación, daño oxidativo Déficit cognitivo, TDAH, Alzheimer
Oncológico Genotoxicidad y proliferación celular alterada Cáncer de mama, próstata, colon
Reproductivo Desequilibrio hormonal y epigenético Pubertad precoz, malformaciones congénitas
Recomendaciones médicas y nutricionales.
Alimentación:
Eliminar carnes procesadas, embutidos industriales y lácteos hormonados.
Usar productos certificados como orgánicos (sin pesticidas ni hormonas).
Evitar plásticos con BPA o ftalatos (cambiar por vidrio o acero).
Aumentar consumo de alimentos con glutatión, sulforafano, flavonoides:
Brócoli, ajo, cúrcuma, té verde, cilantro, jengibre.
Higiene y estilo de vida
Evitar cosméticos con parabenos o ftalatos.
Filtrar el agua para consumo humano.
Promover el ayuno intermitente como vía de autofagia y detoxificación.
Medicina integrativa
Ozonoterapia, sueroterapia antioxidante (vitamina C, glutatión, carzilasa, oligoelementos).
Terapia con quelantes suaves como N-acetilcisteína y ácido alfa lipoico.
Uso de fibra soluble para eliminar toxinas por vía intestinal.
Conclusión
El impacto de los alimentos con xenobióticos y hormonas representa un riesgo real y acumulativo para la salud pública. Su relación con enfermedades crónicas, endocrinas y neoplásicas está ampliamente documentada. La medicina regenerativa y preventiva debe considerar el exposoma alimentario como parte de la etiología ambiental moderna. Avanzar hacia una nutrición limpia, basada en evidencia y medicina funcional, será clave en el futuro.
Bibliografía:
1. Diamanti-Kandarakis, E., Bourguignon, J. P., Giudice, L. C., et al. (2009). Endocrine-disrupting chemicals: an Endocrine Society scientific statement. Endocrine Reviews, 30(4), 293–342. https://doi.org/10.1210/er.2009-0002
2. Heindel, J. J., et al. (2022). Developmental Origins of Health and Disease: Impact of Endocrine Disrupting Chemicals on the Epigenome. Current Opinion in Toxicology, 30, 100365. https://doi.org/10.1016/j.cotox.2022.100365
3. Mie, A., Rudén, C., & Grandjean, P. (2017). Safety of safety evaluation of pesticides: developmental neurotoxicity of chlorpyrifos and chlorpyrifos-methyl. Environmental Health, 16(1), 10. https://doi.org/10.1186/s12940-017-0247-7
4. Genuis, S. J. (2011). Elimination of persistent toxicants from the human body. Human & Experimental Toxicology, 30(1), 3–18. https://doi.org/10.1177/0960327110368417
5. Gore, A. C., et al. (2015). EDC-2: The Endocrine Society’s second scientific statement on endocrine-disrupting chemicals. Endocrine Reviews, 36(6), E1–E150. https://doi.org/10.1210/er.2015-1010
6. Soto, A. M., Sonnenschein, C., & Kochukov, M. (2020). Are endocrine disruptors obesogens? Molecular and Cellular Endocrinology, 502, 110668. https://doi.org/10.1016/j.mce.2019.110668
7. World Health Organization. (2021). Endocrine Disruptors and Child Health. Geneva: WHO. https://apps.who.int/iris/handle/10665/347456