07/07/2025
Hoy hableremos de dos temas: BROTE PSICÓTICO Y EPISODIO MANÍACO
📌 PRIMERO: ¿Qué no son?
❌ No son “locura”.
❌ No son una “pérdida de esencia” o “de sí mismo”.
❌ No implican necesariamente maldad, ni son voluntarios.
❌ No se explican por “fuerzas internas misteriosas” ni “energía desequilibrada”.
✅ ¿Qué sí son, desde el análisis funcional de la conducta?
🔹 Brote psicótico
Desde el conductismo radical, un brote psicótico puede entenderse como un patrón conductual en el que la persona pierde contacto con los estímulos del entorno tal como la mayoría los discrimina, y responde a eventos privados (imágenes, voces, creencias) como si fueran estímulos del mundo externo.
📍Ejemplo funcional:
Una persona puede gritarle a alguien que “la está persiguiendo”, cuando en realidad no hay nadie allí. Sin embargo, el estímulo que controla esa conducta es privado: una alucinación auditiva que funciona como un estímulo discriminativo (SD), generando respuestas de defensa.
⚙️ Funcionalmente:
> Hay una alteración en la discriminación estímulo-conducta-consecuencia.
> Responde a contingencias privadas como si fueran públicas.
> No hay conciencia funcional del error: la conducta está enmarcada en una realidad privada no compartida.
🔹 Episodio maníaco
En este caso, hablamos de una conducta que se caracteriza por una activación elevada, sostenida en el tiempo, con disminución en la sensibilidad a estímulos aversivos o consecuencias negativas.
📍Ejemplo funcional:
La persona duerme 2 horas y sigue funcionando. Habla sin parar, invierte dinero sin evaluar consecuencias, se involucra en conductas sexuales de riesgo, y percibe todo esto como positivo. Hay una fuerte presencia de reforzadores inmediatos y una disminución de control contextual a largo plazo.
⚙️ Funcionalmente:
> Las conductas están altamente reforzadas por consecuencias inmediatas (placer, validación, sensación de omnipotencia).
> Hay una reducción del control de estímulos aversivos (no sienten cansancio, crítica o riesgo).
> El lenguaje puede volverse acelerado, tangencial o grandioso, dificultando el contacto con consecuencias reales.
🔍 ¿Qué tienen en común?
Ambos pueden implicar déficits de autoconciencia funcional, pero por diferentes vías:
> En el brote psicótico, la persona no discrimina correctamente entre eventos privados y externos.
> En la manía, la persona discrimina, pero no inhibe, y responde más a consecuencias reforzantes inmediatas, ignorando señales de daño o peligro.
🛠️ ¿Cómo abordarlos desde el AFC?
1. Análisis funcional en contexto
> ¿Qué antecedentes precedieron el brote o episodio? (estrés, trauma, abuso de sustancias, falta de sueño).
> ¿Qué función cumplen las conductas disruptivas? (evitación, escape, obtención de atención, autoafirmación).
> ¿Qué consecuencias las mantienen?
💡 Ejemplos de intervención desde ACT y DBT:
🌀 ACT – Aceptación y Compromiso
▶️ Técnica: Desfusión cognitiva para pensamientos delirantes o grandiosos
Ejemplo:
“Soy el elegido para salvar a la humanidad.”
→ En lugar de discutir la veracidad, se trabaja con la forma de relación con ese pensamiento:
“Está bien, ese pensamiento apareció. ¿Puedes notarlo como un pensamiento, y no como una orden? ¿Puedes escribirlo como si fuera una frase en una película?”
Esto permite empezar a observar el contenido mental sin actuar automáticamente desde él.
▶️ Técnica: Contacto con el momento presente
En episodios de agitación (manía), se anclan a estímulos sensoriales:
Ejemplo:
“Pon ambas manos en el escritorio. Observa su peso. Inhala 3 segundos, exhala en 5. ¿Qué más está ocurriendo en este momento, ahora mismo?”
Esto reduce la fusión con pensamientos acelerados y fortalece el anclaje a estímulos contextuales reales.
🔗 DBT – Terapia Dialéctica Conductual
▶️ Técnica: Tolerancia al malestar – STOP
Ideal en momentos de agitación maníaca o confusión psicótica leve:
S – Stop: Detente.
T – Take a step back: Aléjate físicamente si es posible.
O – Observe: ¿Qué estás sintiendo, pensando? ¿Qué está ocurriendo a tu alrededor?
P – Proceed mindfully: Decide qué hacer con intención, no en automático.
Esto ofrece una pausa conductual, para evitar escalar conductas impulsivas o desorganizadas.
▶️ Técnica: Regulación emocional – PLEASURES / ABC PLEASE
Cuidar los antecedentes fisiológicos: alimentación, sueño, ejercicio, evitación de sustancias. En la manía, por ejemplo, la privación de sueño es un antecedente clave.
🌱 Desde el análisis funcional, ni el brote psicótico ni el episodio maníaco son “etiquetas estáticas”, sino patrones conductuales altamente sensibles al contexto.
No se trata de “etiquetar al paciente”, sino de entender la función de su conducta, para intervenir desde ahí.
Ver la conducta como el producto de la historia, el ambiente y las contingencias actuales, nos permite dejar de etiquetar y empezar a acompañar con estrategia.
Nota: Hay casos donde se mezclan, y ahí se vuelve más complejo. Pero en resumen, ambos son señales de que el sistema está sobrecargado y necesita ayuda profesional urgente. En casos de brote maníaco o psicótico, es fundamental reconocer que la conducta alterada no solo responde a variables ambientales o aprendizajes previos, sino que puede estar directamente relacionada con un desequilibrio neuroquímico que requiere tratamiento farmacológico. Intentar abordarlo únicamente desde la psicoterapia, incluso desde un enfoque conductual, es insuficiente en estos casos y puede poner en riesgo la vida del paciente, del personal que lo atiende y de su entorno. Por eso, es vital tener claridad clínica para saber cuándo intervenir y cuándo referir, trabajando en equipo con psiquiatras u otros especialistas. Como terapeutas, nuestro rol en estos casos es detectar signos de alarma, psicoeducar, favorecer la adherencia al tratamiento y retomar el trabajo conductual una vez estabilizado el cuadro. Reconocer nuestros límites no es una falla profesional, sino un acto ético que prioriza el bienestar del paciente.