03/04/2021
La primera experiencia trágica en mi formación como pediatra fue un niño que se cayó en una acequia, en un día de campo familiar. Una Semana Santa como esta.
Hace ya muchos años, pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Era una de mis primeras guardias en urgencias, en mi primer año de residente de pediatría.
Llegaron corriendo, aventando la puerta y a la enfermera, desesperados, desencajados. ¡Cómo olvidar al papá con ese niño en brazos, flácido, pálido, inerte!
Ojos desorbitados, desesperación, gritos.
Lo pusieron en una camita de urgencias y me acerqué a revisar mientras una enfermera corría por el jefe de la guardia. Llegó el "R-3".
Me hizo a un lado y dijo con calma, mirando a los ojos al papá:
"Este niño está mu**to".
Todavía escucho el alarido de su madre.
Incapaces de aceptarlo, los familiares querían que se hicieran las maniobras de reanimación, pero el médico de guardia lo sabía, el niño estaba mu**to.
Al final del drama y cuando el cuerpecito estaba ya envuelto en sábanas, la enfermera le entregó a la mamá la ropita. Muy bien doblada, un pantaloncito de mezclilla, su camisetita roja y encima los tenis. Pequeñitos, unos zapatitos de bebé en sus primeros pasos.
Ahí me cayó el veinte. Ahí fue el n**o en la garganta que todavía décadas después se aprieta un poco. No los conocía, nunca supe más de ellos pero no los olvidaré mientras viva. Ese bultito de ropa cuidadosamente doblada me aterrizó en la espantosa realidad y regresa a mi memoria en cada día de campo familiar.
Lo comparto con ustedes, para que cuando lleven niños a la alberca, al lago, al estanque, al río o a donde sea que haya agua, no se descuiden ni un segundo.
Un niño necesita para ahogarse menos de quince centímetros de agua y menos de treinta segundos.
Tu no puedes descuidarte ni un solo segundo y no importa si el nene está en una alberquita inflable o en la tina del baño. Ahí se ahogan cientos.
El celular no te ayuda. Si tienes al niño en el agua o cerca del agua vigila, vigila y vigila. Apaga el celular, la distracción puede ser muerte y culpabilidad para siempre.
Comparte. Pensar en esto salva vidas.
Mis datos de localización están en esta página de Facebook, Dr. Alberto Estrada Retes.
¡Saludos!