
24/07/2025
¿Por qué a Stitch le costaba tanto manejar sus emociones?
¿Stitch no era “malo”.
Tampoco era un monstruo.
Era una creación diseñada para destruir… pero en el fondo, solo quería pertenecer.
Solo que no sabía cómo.
💥 Reaccionaba con rabia.
💥 Dañaba sin querer.
💥 Hacía todo al revés… aunque por dentro se moría de miedo, de tristeza, de soledad.
Stitch no tenía palabras para explicar lo que sentía.
No entendía por qué actuaba como actuaba.
Solo sabía que algo dentro de él estaba fuera de control.
Y eso, aunque suene infantil, es lo que muchas personas viven todos los días.
Gente que funciona, lidera, emprende, da resultados, pero por dentro se siente vacía.
Personas que sostienen empresas, equipos o familias… pero que no saben cómo sostenerse a sí mismas.
Reaccionan mal.
Lastiman a quienes aman.
Se sabotean justo cuando algo empieza a ir bien.
Se aíslan, se culpan, se enojan con ellos mismos…
y no saben cómo parar.
Pero igual que Stitch, no son personas malas.
No están rotas.
Solo están heridas.
Y nadie les enseñó cómo escuchar lo que sienten sin que eso los destruya por dentro.
Porque las emociones, en realidad, no son el problema.
Son señales.
Como los focos de un tablero de un coche: si se prenden, es porque algo necesita atención para saber qué corregir o sanar de raíz.
El enojo no es malo.
La ansiedad no es el enemigo.
La tristeza no es debilidad.
🔥 Todo eso es solo una forma en la que tu mente y tu corazón intentan decirte:
“¡Mírame! ¡Hazme caso! ¡Estoy cargando demasiado!”
Y mientras sigas ignorando esas señales, van a seguir encendiéndose.
A veces en tus relaciones.
A veces en tu negocio.
A veces en ese domingo por la noche donde todo te abruma, aunque no le cuentes a nadie.
✅ Qué te están diciendo tus emociones
✅ Qué patrón inconsciente estás repitiendo
✅ Y por dónde puedes empezar a romper el ciclo
No necesitas tener todo resuelto.
Solo el valor de mirar lo que ya no puedes seguir cargando en silencio.