
16/07/2025
“El IMSS no es el enemigo: una reflexión necesaria sobre salud, sociedad y conciencia”
Por un trabajador de salud que sigue creyendo en su vocación
En los últimos años, sobre todo después de la pandemia, se ha intensificado un fenómeno preocupante en redes sociales: la desinformación y el odio hacia el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Abundan los comentarios como:
“En el IMSS te dejan morir”,
“Los doctores solo están ahí por la quincena”,
“Todo está lleno de corrupción”,
“Te operan mal, te infectas o ni te atienden”,
“No sirven para nada”…
Pero pocas veces se detienen a analizar el contexto completo. Y aún menos, a preguntarse cuál es su papel como sociedad en el colapso del sistema.
🏥 La realidad que pocos quieren ver
El IMSS no es perfecto, como ningún sistema de salud en el mundo. Pero es el único que sostiene a millones de mexicanos que no podrían pagar un hospital privado.
Y sin embargo, es uno de los más atacados.
La saturación no es producto del desinterés del personal, sino de una serie de factores sociales que pocas veces se reconocen:
• Personas que no se hacen chequeos anuales.
• Pacientes con obesidad mórbida que llegan por complicaciones prevenibles.
• Jóvenes que abusan del alcohol y las motocicletas, provocando accidentes múltiples y ocupando camas de trauma una y otra vez.
• Personas con enfermedades crónicas que no toman sus medicamentos, no siguen dieta, no hacen ejercicio… pero exigen soluciones inmediatas.
• Pacientes que fuman, que se automedican, que llegan descompensados tras años de descuido.
¿De verdad podemos culpar únicamente al sistema?
⛑️ En urgencias no hay favoritismo, hay prioridades clínicas
Una de las quejas más frecuentes es el tiempo de espera en urgencias. Se acusa al personal de negligencia por no atender rápidamente a quienes “llegaron primero”. Pero así no funciona la medicina de urgencias.
El triage está diseñado para salvar vidas. Si alguien llegó antes, pero tiene un cuadro leve, será atendido después que alguien que llegó al borde de un infarto o con trauma craneoencefálico.
Y eso no es insensibilidad: es profesionalismo médico.
🙏 La falta de empatía también viene del otro lado
Trabajamos jornadas largas, con recursos limitados, y muchas veces con insultos, exigencias y amenazas.
Rara vez alguien saluda. Pocas veces escuchamos un “gracias”.
Hay derechohabientes que llegan a exigir, no a dialogar. A reclamar, no a informarse.
¿Dónde quedó la empatía también hacia quienes cuidan tu salud?
🦠 No olvidemos la pandemia
Durante el COVID-19, el IMSS fue uno de los pocos pilares que no colapsó.
Aún sin suficiente equipo, sin descanso y con un virus desconocido, el personal se quedó. Dio la cara. Acompañó a morir a quienes no pudieron salvarse, y celebró con lágrimas los egresos de quienes sí lo lograron.
Y sin embargo, el desprecio sigue.
⚖️ El IMSS no es perfecto. Pero tampoco es el enemigo.
El verdadero cambio no se logra atacando a los que atienden, sino haciendo conciencia individual y colectiva.
La salud no es responsabilidad exclusiva del Estado. Es una corresponsabilidad.
Antes de hablar mal del IMSS, pregúntate:
• ¿He hecho algo para prevenir enfermedades?
• ¿Respeto al personal médico que me atiende?
• ¿Reconozco la carga del sistema y actúo con paciencia y empatía?
Porque defender al IMSS no es cegarse a sus fallas.
Es reconocer que, incluso con todo en contra, sigue de pie.
🔸 Cada quien es libre de pensar lo que quiera. No escribo esto para atacar, sino para compartir otra perspectiva.
Al final del día, todas las cabezas son un mundo diferente, pero también todas las manos pueden construir o destruir.
Tú decides de qué lado estás.
💚 Con respeto, desde el corazón de un trabajador de salud que cree en lo que hace.