14/05/2020
Hola amigos:
Tomasito cumplió un año.
Mamá está feliz porque come muy bien y además come de todo. Le entra con gusto al brócoli, a las zanahorias, come pollo y pescado, no le hace gestos ni a las espinacas. Con el mango se vuelve loco y cuando acaba de comer golpea con fuerza la charola de su periquera pidiendo más y más, a gritos. Pura alegría. Le toman videos y los comparten con toda la familia.
Pero de repente el canijo no quiere comer. Escupe el mango, arroja a lo lejos el plato de espinacas y voltea la cara precisamente cuando le das la cucharada del pollito que tanto le gustaba. Por la inercia le pega en la oreja y todo va al suelo. Se lo acaba comiendo el gato. Tú te enojas y vienen los regaños. ¿Por qué no quiere comer?
Tú tía Gertrudis, como siempre, dice que Tomasito está muy chiflado, que sería bueno darle unas nalgadas. La miras con odio. Lo malo es que, efectivamente, el niño no come nada. Bueno… al menos no come como antes.
¿Qué pasa?
Vamos con calma. ¿Te acuerdas cuánto pesó al nacer tu Tomasito? Más o menos tres kilos. ¿Cuánto pesa ahora? Probablemente más de nueve kilos. Tomasito triplicó su peso en 12 meses.
Un bebé de dos años, pesa entre 12.5 y 13 kilos. Si a partir del año de edad, Tomasito volviera a triplicar su peso en un año, en su segundo cumpleaños pesaría 30 kilos. Lo que pesa un niño de nueve o diez años. Sería un bodoque monstruoso.
Ahí está la clave. Tu bebé crece mucho más lentamente que antes, está “construyendo” su cuerpo mucho más despacio que el primer año. Necesita proporcionalmente menos “ladrillos” que antes. Por eso come menos.
A ti te da la impresión de que no come, pero sí. Sí come, nada más que poquito. Tomasito, entre el año y los dos años, necesita solamente 1000 calorías diarias. Desde la perspectiva del adulto, y tomando en cuenta que sigue con su leche (preferentemente materna), la cantidad de comida que necesita para completar sus calorías es muy poca. Dos probaditas de esa manzana, una mordidita al pollo y dos frijolitos, media galleta que le dio a escondidas su papá y ya, es todo. Para ti no es nada. “¡No come nada ese niño!”, te dicen y te desesperas. Pero: calma. Todo está bien. Vigila con su pediatra su peso, su talla y su desarrollo. Si va bien, es que está comiendo lo que necesita.
Tu niño tiene un mecanismo infalible (se aplica en niños sanos) para saber cuánto debe de comer. Se llama hambre. Come cuando tiene hambre y deja de comer cuando está satisfecho. Esto funciona perfectamente cuando hablamos de una dieta libre de azúcar añadida y aditivos. Por eso, evita los alimentos procesados hasta los dos años. Y después, mientras menos mejor. Tu tía Gertrudis va insistir en darle galletas marías, nutella, coca-cola, jugos, pizza, danoninos y etc. Te toca echarte el “round” para evitarlo.
Tu pequeño debe de comer todos los grupos de alimentos. Todos los días debes ofrecérselos y debes de ser insistente sin hostigar. No lo fuerces. Ofrécele lo que debe comer y él comerá lo que necesite. Esos grupos son los mismos que mencionamos en la alimentación complementaria la nota de antier (Léela si tu bebé anda por los seis meses): frutas, verduras, cereales, leguminosas, cárnidos y huevo. Son los mismos grupos que necesitamos toda la vida, respetando las costumbres y necesidades de cada quién, claro.
Aparte, sigue necesitando la leche. El seno materno es recomendado por las academias pediátricas de todo el mundo, al menos hasta los dos años y desde luego que puedes prolongarlo a los tres años o más, si así lo desean tú y tu Tomasito.
Ofrécele tres comidas y dos refrigerios. Es decir, cinco veces al día y no dejes fuera ningún grupo. Eso es balancear. El niño comerá, él solito, lo que necesite.
No restrinjas grasas. A esta edad el niño necesita colesterol y grasas para el desarrollo de su cerebro. Las grasas que proporcionan la leche y una dieta balanceada son suficientes.
Ojo: si sigues estas indicaciones, no se necesita ningún suplemento vitamínico. Tampoco se requieren las fórmulas lácteas de “crecimiento” marcadas con el número “3”. La leche entera pasteurizada es la adecuada. Esas fórmulas y las vitaminas son pura mercadotecnia.
Cuidado con cacahuates, nueces, aceitunas, uvas, trozos de salchicha, palomitas y todo aquello que pueda causar ahogos. Todos los años lamentamos tragedias por esto.
Tu Tomasito no debe comer solo. Quédate con él. Cuídalo.
¿De líquidos?
Además de su leche, agua natural. No le des jugos, tés ni refrescos. No los necesita.
En una nota próxima veremos la alimentación de los dos años en adelante, como lo prometí. Cambian algunas cosas. Estaré atento de sus comentarios para despejar las dudas en publicaciones futuras.
¡Saludos!