
14/09/2025
Hacer ejercicio cambia tu cerebro, la actividad física estimula la creación de nuevas neuronas y fortalece la conectividad entre regiones cerebrales que regulan las emociones.
El movimiento activa la plasticidad del sistema nervioso y construye una base biológica más resistente contra la recaída. Más fuerte, más resiliente, más sano.
La evidencia es sólida. Al analizar a más de 14,000 personas en 218 ensayos clínicos, investigadores confirmaron que los síntomas de depresión caen hasta 60% con rutinas que van desde caminar hasta levantar pesas.
La diferencia está en la intensidad. Cuanto más exigente es el entrenamiento, mayor es la mejoría en los síntomas.
No todas las actividades tienen el mismo impacto: yoga y fuerza destacan porque, además de ser eficaces, logran mayor adherencia y menos abandonos que otras modalidades.
Ahí entra la segunda clave: la constancia,el efecto del ejercicio no se sostiene con una práctica aislada, sino con la repetición que convierte la actividad en hábito.
La intensidad acelera la mejoría y la constancia asegura que no se pierda.
El resultado es un cerebro más fuerte y un estado de ánimo más estable.
La salud mental no depende únicamente de medicamentos o de consultorios,también se construye en un parque, en un gimnasio o en cualquier espacio donde el cuerpo se active.
Cada esfuerzo físico es una intervención psicológica y una inversión en el futuro del cerebro.