
01/08/2025
El problema no es que tu hijo no ayude…
es que tú le enseñaste que no tiene por qué hacerlo.
Tu hijo vive en tu casa.
Usa tu mesa. Duerme bajo tu techo. Come lo que cocinas.
Y sin embargo…
no recoge su plato.
No guarda su ropa.
No tiende su cama.
Y tú, en lugar de enseñarle, lo justificas.
“Está cansado.”
“Ya tuvo un día difícil.”
“Prefiero hacerlo yo que discutir.”
Y él, sin decirlo, aprende algo muy claro:
👉 No necesita esforzarse para ser servido.
📚 Según Rudolf Dreikurs, cuando los hijos no asumen responsabilidades, desarrollan una falsa idea de poder:
quieren tener derechos sin deberes, voz sin respeto, comodidad sin esfuerzo.
Y eso… no los hace libres.
Los hace incapaces.
TESTIMONIO REAL:
“Llegó del colegio, dejó todo tirado y se fue a su cuarto. Le dije que al menos levante el plato. Me contestó:
‘¡Para eso estás tú, ¿no?!’
Y me di cuenta de que llevaba años enseñándole… eso.”
EJEMPLO + EJERCICIO PRÁCTICO:
Tú sirves, tú cocinas, tú limpias.
Él come, se va… y exige postre.
🎯 Alternativa práctica:
1. Haz del hogar una escuela de vida:
“No es ayudar. Es hacer su parte.”
2. Empieza por lo básico y constante:
Plato, ropa, cama.
Todos los días. Sin premios. Sin drama.
3. Sé firme, no violenta:
“No lo haré por ti. Puedo enseñarte, pero esto es tuyo.”
🧷 RECUERDA ESTA FRASE:
“El hogar no es un hotel.
👉 Y tú no eres su camarera.”
CONSEJO FINAL:
Educar no es solo corregir.
Es asignar responsabilidades, enseñar con paciencia, sostener con firmeza.
Tu hijo necesita comprender que vivir en familia no se trata de ser servido, sino de ser parte.
👉 Porque si hoy no recoge su plato…
mañana no recogerá ni las consecuencias de su vida.
Un día te vas a hartar.
Y vas a dejar de hacerlo todo por él.
Pero será tarde.
Porque no sabrá hacerlo solo.
👉 Y lo peor es que ni siquiera lo agradecerá.
Solo te dirá: “¿Y ahora qué te pasa?”
Porque lo criaste para recibir…
pero no para dar.