13/02/2024
Ni el más brillante cerebro puede defendernos contra la enfermedad del alcoholismo. No puedo lograr mi sobriedad con el solo poder de mi pensamiento. Trato de tener presente que la inteligencia es un atributo dado por Dios que puedo aprovechar, una felicidad, como tener dotes para el baile o el dibujo o la carpintería. No hace que yo sea mejor que otra persona, y no es un instrumento de recuperación en que se pueda confiar mucho, porque es un poder superior a mí mismo el que me devolverá el sano juicio y no un alto cociente de inteligencia ni un título de la universidad..
Nicolás Bravo #178 Col. Guadalupe Victoria
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Jesús Zepeda Arias