
23/08/2025
La dificultad para motivarse es otra característica importante de los niños y adolescentes con el TDAH. Es como si existiera una barrera que se interpone entre el niño y los esfuerzos de los adultos para motivarle mediante recompensas y castigos. Es como si algo no le permitiera al niño asimilar las consecuencias reforzantes o penalizantes de su conducta.
Muchos maestros y padres habrán tenido la siguiente experiencia. El niño “habla hasta por los codos.” Se le indica que no debe hablar sin permiso con sus compañeros en el salón de clases. El comportamiento continúa.
En el aula se tratan una y mil cosas: Se “sermonea,” se regaña, se amenaza, se castiga, se envían notas a la casa. El niño demuestra sentirse arrepentido, quizás llora y promete que no lo vuelve a hacer. Uno puede apreciar en él el deseo genuino de dejar de hablar o interrumpir. El propósito está ahí, pero al rato o al día siguiente, la conducta está ocurriendo nuevamente. Es como si el efecto de las estrategias de disciplina empleadas no hubiera llegado plenamente al niño.