
16/11/2024
Carta de una anciana encerrada en una residencia de ancianos 💌❤❤❤
Esta carta representa el balance de mi vida.
Tengo 82 años, 4 hijos, 11 nietos, 2 bisnietos y un dormitorio de 12 metros cuadrados.
Ya no tengo una casa ni cosas que me son queridas, pero tengo a alguien que limpia mi habitación, me prepara la comida y hace mi cama, me toma la presión y me pesa.
Ya no tengo la risa de mis nietos, ya no puedo verlos crecer, besarse y pelearse; algunos vienen a verme cada 15 días; otros cada tres o cuatro meses; otros, nunca.
Ya no hago croquetas ni huevos rellenos ni rollitos de carne picada ni punto de cruz. Todavía me quedan algunas aficiones por hacer y el sudoku que me divierte un poco.
No sé cuánto me quedará, pero tengo que acostumbrarme a esta soledad; Hago terapia ocupacional y ayudo lo más que puedo a los que están peor que yo, aunque no quiero encariñarme demasiado con ellos: desaparecen con frecuencia. Dicen que la vida cada vez es más larga. ¿Para qué? Cuando estoy sola, puedo mirar fotos de mi familia y algunos recuerdos que traje de casa.
Espero que las próximas generaciones entiendan que la familia está hecha para tener un mañana (con los hijos) y devolver a nuestros padres el tiempo que nos dieron para criarnos.