24/02/2023
VIVIR EN EL PRESENTE
Todos en algún momento nos hemos quedado atrapados en un tiempo inexistente. Por ejemplo, cuando estamos trabajando y fantaseamos con las vacaciones o cuando estas llegan pero seguimos preocupados por los proyectos que dejamos pendientes en la oficina. También suele pasar cuando decidimos ver una película o salir a correr para relajarnos pero en vez de disfrutar del ahora, seguimos pensando en los problemas que debemos solucionar.
De esta forma, pasamos gran parte de nuestra vida entre el pasado y el futuro, perdiéndonos lo único que realmente tenemos: el presente. De hecho, llenamos el presente con culpas y remordimientos provenientes del pasado, a los cuales les añadimos la incertidumbre y las preocupaciones del futuro, por lo que no es extraño que este peligroso cóctel molotov termine generando grandes dosis de angustia, ansiedad e insatisfacción.
Cómo aprender a vivir en el presente?
1.-Acepta todo lo que llega a tu vida.:
Uno de los principales principios del mindfulness implica centrarse en el momento actual, sin realizar valoraciones ni emitir juicios sobre lo que sucede. Se trata de aceptar las experiencias tal y como llegan, sin ponerles una etiqueta positiva o negativa, de vivir el ahora. Por ejemplo, en vez de calificar una situación como triste, dolorosa o excitante, simplemente debes centrarte en lo que estás viviendo, aunque no te resulte agradable. Cuando aceptamos las emociones “negativas”, estas pierden parte de su influjo y de su poder sobre nosotros. No olvides que en realidad, la mayoría de las situaciones no son positivas ni negativas, son tus expectativas, experiencias y percepciones las que inclinan la balanza en uno u otro sentido.
2.-Reflexiona y luego actúa.:
Después de haber experimentado la parte emocional de la experiencia, ha llegado el momento de centrarse en la interpretación. Detente un momento a pensar en lo que has sentido y por qué, analiza si necesitas cambiar algo y si realmente vale la pena. Si es así, ¿qué piensas hacer al respecto? ¿Cómo vas actuar? Antes de dar el siguiente paso, conecta con tus necesidades y objetivos en la vida, recuerda que la impulsividad nunca es buena consejera.
3.-Renuncia al control.:
La tendencia a controlar todo lo que sucede a nuestro alrededor se transforma en una fuente constante de tensión y estrés. Por eso, si quieres vivir plenamente el presente, es importante que asumas que existen muchas situaciones que se escapan a tu control, sobre las cuales tienes muy poca influencia. Debes dejar que las circunstancias fluyan, así adoptarás una actitud más relajada que te permitirá estar abierto a las oportunidades que se presenten.
4.-Saborea cada instante.:
A veces comparamos las sensaciones que estamos viviendo con las que hemos experimentado en el pasado o con las que podríamos experimentar en el futuro. Sin embargo, esa tendencia a comparar hace que el presente se nos escape, no logramos disfrutarlo. Por eso, es esencial que recuerdes que cada momento es único, vívelo como si fuera el primero y el último. También es recomendable que realices solo una tarea a la vez y que le dediques todo el tiempo que necesites. La clave para saborear cada instante consiste en hacer menos pero disfrutando más.
5.-Deshazte de las ideas preconcebidas.:
Los prejuicios son una de las principales barreras que nos impiden disfrutar del presente porque nos hacen enfrentar las situaciones asumiendo patrones de respuestas preconcebidos que no le dejan espacio a la espontaneidad. Por eso, vivir el presente también implica abrirse a nuevas experiencias que estén verdaderamente en sintonía con tus necesidades y deseos. De hecho, te sorprenderá descubrir que con la práctica del mindfulness, esas actividades que antes te parecían rutinarias y carentes de belleza, comienzan a mostrar una faceta mucho más agradable, hasta ahora desconocida.
6.-Carpe diem.:
Esta locución romana que significa "Aprovecha el momento", nos recuerda lo efímero de la vida y la necesidad de aprovechar cada día, cada momento, vivir el presente y darle vida a nuestros días, sabiendo que nuestras vidas tienen los días contados.