
03/01/2024
Siempre me había invadido una sensación de insatisfacción al no tener certeza de cual es mi misión de vida, insatisfacción de no saber a qué vine al mundo, y durante mucho tiempo fue así.
Me invadía una sensación de insatisfacción al no tener respuesta a mis preguntas. Tratas de vivir en una realidad en donde ya no todo te llena, tratas de vivir con un propósito más profundo pero la vida terrenal sigue acaparando todo tu día.
Y dentro de esa insatisfacción casi perpetua, dentro de ese vacío del que nadie se percata, dentro de esa profundidad en la que tu alma se sumergue cuándo la crisis existencial es el estado de tu ser, una crisis que te visita a menudo porque no logras encontrar una respuesta que te satisfaga, una respuesta que ilumine tu ser y te haga sentir paz, una respuesta que de verdad consideres tu verdad y no solo sea algo que has leído por ahí.
Mi ser se sentía incompleto y a veces pensaba que estar dormida sería una mejor posibilidad, pero solo por un momento, jamás regreseraria a esa posibilidad.
Consciente de que en mi yace un profundo fuego que solo se alimenta de conocimiento, decidí esperar. Decidí dormir esa insatisfacción y despertar a la fé, tuve fé de que eventualmente mi ser sentiría satisfacción y certeza.
Siempre había tenido miedo al cambio, siempre había querido quedarme en un solo sitio. Mi ser quería paz y lo único que notaba en mi vida era cambio tras cambio tras cambio.
Esperar y aceptar el cambio jamás será fácil, enfrentar tus cuestionamientos tampoco lo será.
Pero la constancia por mínima que sea trae recompensas. Te trae satisfacción, te trae paz, te trae un amor infinito por tu propio ser.
Éste camino no es fácil, éste camino que a veces parece más penumbra que luz pero que es absolutamente necesario, no estaríamos aquí de no serlo, la luz se gana, la paz se gana y la capacidad de expresar amor también.
Ningún esfuerzo será en vano y hoy he hecho de mis insatisfacciones por no saber un torbellino de ansias por conocer la verdad, mi verdad.
No es una misión de un año o dos, esto es algo constante, es algo para toda la vida.
En el camino sabremos, nos irán mostrando, iremos avanzando y nos iremos conociendo.
No caigas en esa insatisfacción de pensar que no estás haciendo lo que amas, de que no eres feliz en tu vida o en tu trabajo, es cuestión de cambiar el enfoque, de cambiar tu perspectiva y empezar a cuestinarte un poco más, es momento de ser honestos con nosotros y expresar lo que somos.
Y a todo esto he llegado a dos conclusiones. La primera es que la misión de nuestras vidas es vivir la vida. Vivir es la respuesta. Y qué cualquier cosa que hagas será tu misión de vida, y que puedes tener muchas misiones, tantas como puedas y desees y la segunda es que si haces las cosas con amor, harás lo que amas todos los días.
La vida es infinita, pero jamás tendrás otra como ésta. No te olvides de vivir.
-AE